CARLOS PÉREZ DE ZIRIZA: No, las cosas no son como eran en 1994. Ni como en 1995. El tiempo pasa, y nunca lo hace para volver otra vez al punto de partida. Pero que un festival de música pop cumpla 25 años navegando en medio del oleaje, desde los tiempos en los que una cita de estas características era casi una entelequia hasta el saturadísimo panorama actual, es como para celebrarlo. Ha habido cambios de gestión en el camino, momentos de gloria y otros de bordear el desastre, llenazos imprevisibles y agudas zozobras que se acabaron solventando. Pero ahí está la marca FIB, aún gozando de salud. Aunque la edición de las bodas de plata (poniéndonos cursis) no evidencie signos de celebración, ni en su discreto cartel (lejos de aquel décimo aniversario de 2004) ni en ninguna señalada actividad paralela. Quizá lo mejor que se pueda decir es que la sola continuidad ya es de por sí motivo de satisfacción, sin necesidad de fastos. Qué remedio. Aunque, por primera vez en muchísimos años, a apenas diez días de la celebración del festival aún queden habitaciones libres en los hoteles de Benicàssim: síntoma de que no será el del 18 al 21 de julio, ni mucho menos, uno de sus fines de semana más concurridos. Hace años que la competencia es feroz, y que el festival lucha por hacerse fuerte en su nicho de mercado. Queda, que no es poco, evocar el rol pionero que ha tenido el FIB durante un cuarto de siglo, el contrastado know how acumulado durante tiempo. Más de la mitad de los cabezas de cartel que han actuado en citas similares en los últimos años por el resto del país ya pasaron mucho antes por Benicàssim. Y lo cierto es que eso no hay quien lo cambie. Yendo al grano, y en clave de presente, el festival sigue debatiéndose entre los grandes reclamos para el público británico y el intento por recuperar a ese público español que fue desertando desde que los hermanos Morán cedieron la gestión a Vince Power (hace una década), quien luego hizo lo propio con Melvin Benn. A esa intención responde la inclusión de Vetusta Morla como cabezas de cartel del domingo, encabezando una nónima estatal que siempre es sustanciosa, con Carolina Durante, La M.OD.A., Cariño, Novio Caballo, La Zowi, Cora Novoa, Alien Tango, Kokoshca, Cupido, Mueveloreina, Disco Las Palmeras! o Soleá Morente junto a Napoleón Solo. Habrá pop, rock, trap, hip hop, eletrónica y DJs, en una fórmula tan equilibrada como en los últimos años, con guiños al público veterano y también al que se ha ido sumando en los últimos tiempos. La presencia de la norteamericana Lana del Rey, con su vaporosa propuesta vintage, es la mayor novedad entre los cabezas de cartel, que se completa con viejos conocidos como Fatboy Slim o Kings of Leon, y con los siempre eficaces Franz Ferdinand pidiendo paso. La cuota de guitarrazos la abonarán Ezra Furman, Black Lips, The Big Moon o los absolutamente imprescindibles Fontaines D.C., mientras las rimas vendrán servidas por AJ Tracey, Action Bronson, Mavi Phoenix, Krept X Conan u Octavian. Entre las posibles revelaciones, nombres algo menores – al menos en repercusión popular – como Yellow Days, Cherry Glazerr, Gerry Cinnamon o Gus Dapperton (este sí, bastante más asiduo de nuestras salas de conciertos), y entre las bandas que coquetean con la comercialidad más desenvuelta, habrá que estar atentos a los que hagan The Hunna, Gorgon City, You Me At Six, Kodaline y – sobre todo – a los irregulares pero siempre interesantes The 1975. Toda la informacion puede consultarse, como siempre, en www.fiberfib.com. Lo contaremos en estas páginas.