Tenía que ocurrir y ocurrió. El precio del KWh es hoy el doble de caro que hace un año. Pocos negocios en el mundo son tan rentables como el energético en España. No parece que haya gobierno capaz de frenar este saqueo. Y no parece suficiente argumento las puertas giratorias, aunque todo ayuda. Si no de qué nombrar a tanto ex ministro o ex secretario de Estado para ocupar un asiento en un consejo de administración de una empresa de la que no tiene ni idea. Pues eso.
Con el precio disparado, no es raro que la pobreza energética se haya incrementado exponencialmente, obligando al ejecutivo a tomar medidas drásticas. ¿Drásticas? Más bien parece que ha tomado las únicas que podía tomar sin alterar el sacrosanto principio del libre mercado o del capitalismo, por ser más preciso. Más del 50% del recibo eléctrico son impuestos y tasas. El gobierno ha optado por recortar dos de los impuestos que gravan el consumo de energía: en primer lugar, bajar el IVA del 21 al 10%. No está mal. Nadie explica por qué no lo han quitado del todo. El segundo descuento se aplicará a las empresas generadoras de energía. Deberían repercutirlo en el recibo. Veremos. Se trata de la moratoria en los llamados derechos de emisión de CO2. No todas las formas de generar energía producen el mismo dióxido de carbono. La solar y la eólica apenas contaminan. Son energías limpias. Las energías sucias son las que más pagan. Reducir ambos impuestos afecta a la recaudación del Estado, y por tanto disminuye el dinero disponible para servicios públicos. Al final, quien paga es poca ropa, o sea, el consumidor.
Hoy estoy didáctico. Desde 1997, con el primer gobierno de Aznar, se terminó de romper el monopolio estatal. Las empresas que querían operar en el mercado energético se dividieron en función de su actividad: generación, transporte, distribución y comercialización. La primera y la última fase del proceso -generar energía y comercializarla- se privatizaron, en teoría para aumentar la competencia (cosa puesta en entredicho frecuentemente), mientras que el transporte y la distribución permanecieron bajo el control del gobierno. Actualmente hay en España más de 300 empresas comercializadoras de energía. Por su parte, las empresas generadoras ofrecen diariamente su producción al Operador del Mercado Ibérico de la Energía (OMIE), organismo único para España y Portugal. El OMIE hace subastas por tramos horarios con las que fija el precio de la energía en función de la oferta y la demanda. Y ahí es donde entra la clave principal para determinar el precio de la energía. Toda ella, venga de donde venga, sea eólica, solar o hidráulica, cotizará al precio de la energía más cara que entre en el mercado. Es decir, la generada por centrales de ciclo combinado, en las que el consumo de gas suele marcar el máximo coste.
MATRACA
Ahora llega la hora de los iluminados. ¿Adivinas de quién voy a hablar? Sí, correcto, has acertado. “A lo mejor hay españoles que quieren que salgan de la cárcel los ladrones”, “es una humillación para los españoles”, muchos púlpitos, una sola voz. Aznar y Casado o Casado y Aznar. Se necesita tener cara dura. Entre los más de 1.700 indultos que concedió Aznar, había ladrones y algún que otro condenado por asesinato. ¿A qué viene rasgarse las vestiduras? ¿Tan bien lo hizo el PP? Y hablo de Catalunya, claro.
Poner palos en las ruedas, ¿es lo único que sabe hacer el PP? Eso parece. Ahí sigue atrincherado en el Tribunal de Cuentas o en el Constitucional, negándose a renovar sus cargos, caducados hace años. Luego se llenan la boca hablando de la Constitución de 1978, cuando son los primeros en no cumplirla.
“Que no haya soluciones sistémicas no significa que no haya margen para trabajar en las micro soluciones”, lo dice Joan Coscubiela, que del tema catalán sabe bastante más que yo. “Salida y solución son cosas distintas”, prosigue Coscubiela en su artículo publicado en eldiario.es.
Estamos en el tiempo de salida para ir buscando soluciones. Mientras Sánchez y Aragonés exploran esa vía recién abierta, el PP de Aznar, Casado y la Cospe buscan cómo poner piedras en el camino, o correr espesas cortinas para tapar sus vergüenzas, cada día más vergonzantes. La última, cuando escribo estas líneas -mañana seguro que habrá más-, la han protagonizado la Cospe, López del Hierro, y Villarejo, a cuenta de la conversación que mantuvieron para ver cómo “neutralizar” las filtraciones sobre la caja B del PP (acababa de destaparse la financiación ilegal del PP valenciano, y Ric Costa iba a ser “sacrificado”). La vista oral de la Kitchen está sacando a la luz más de un trapo sucio. Habrá que permanecer atentos a la pantalla. Si no por esto, por la Eurocopa.