El cantautor valenciano Rafael Xambó presentó el pasado lunes, junto a una brillante y rapsodiana colla de lletraferits y poetas, su proyecto estrella, Cantata de València, que incluye un bonito libro. El cantante desgranó algunas de sus nuevas piezas, dardos que reivindican identidad y cultura. Un pequeño espectáculo performativo que combinó felizmente la poesía con la música y el video. Y todo en un registro muy valenciano; identitario, piezas armónicas de una cultura en ocasiones olvidada, marginada.
Y de esta manera, en el mismo instante en que se producía la sideral y alucinógena conjunción astral entre Júpiter y Saturno, en pleno cambio de solsticio, un nutrido ramillete de bardos indígenas, de ambos sexos y de alto nivel, se concentraban, con las debidas precauciones, en el salón de actos del Octubre, para participar de una propuesta que animaba el desolador inicio de este invierno: leer poemas y escuchar parte de las piezas y versos que Xambó ha compuesto para un proyecto que tiene muchas luces.
El proyecto audiovisual está en fase previa y necesita el apoyo de su público potencial. La velada poético musical tenía por objetivo explicar el tema y de paso ofrecer a la peña la potencia de la poesía valenciana. Se pasó un tráiler del productor Vicent Monsonís: “Un documental que no se ha producido todavía, pero que pretende ser de creación experimental, al estilo de las películas de discos tipo El Muro de Pink Floyd”, dijo el productor antes de de iniciarse el evento.
El mismo Xambó deja bien claro su propósito, cocinado junto a Àngels Gregori, en la introducción del poemario editado a la sazón por la editorial Vincle: “S´hi tracta d´un recorregut emocional per la historia cultural de la ciutat i del Pais de dels anys 50 del sigle XX fins al present”.
Ambiciosa por mor que brillante intención que toma cuerpo en una obra que luce como un desafío artístico al meninfotisme habitual del territorio. Un proyecto de los más audaces emprendidos por el polifacético sociólogo. Su historia comenzó hace unos años, cuando Xambó le comentó al poeta Enric Sòria que le gustaría hacer una ópera rock con la obra de este último, Oda imposible a València. Pasó el tiempo y Xambó ha conseguido construir su Cantata Valenciana sobre un suntuoso edificio de poemas y canciones. Recorren la historia de la tierra en seis poemas que podríamos llamar históricos. Desde La repressió a L´esperança”. Ha sido el editor Manolo Gil quien ha puesto negro sobre blanco la obra en un librito muy manejable con fotos de Jarque. La cantata de Xambó arropada por un autentico comboi de amigos y conocidos. Muchos de los poetas y ensayistas valencianos que han configurado nuestra cultura en los últimos tiempos. “Açi trobaran l´evocació d´alguns dels nostrs poetes sobre la ciutat; cadascú des de la seua propia mirada però compartint l´eterna impossibilitat de poeder somiar-la completa”, escribe Àngels Gregori.
Y así Rafael Xambó, con la ayuda de su guitarra, cantó en la noche del inicio del invierno a un público de artistas valencianos y valencianas. Marc Granell, Salvador Jàfer, María Fullana, Vicent Alonso, Isabel Garcia Canet, Francesc Pérez i Moragón, Francesc Viadel…En el salón resonaron sus poesías.
El artista ha logrado reunir a varios poetas de diferentes generaciones para recrear una Valencia inédita “ En tu habite com s´habita/el dolor i l´esperança”, recita Granell; y Pérez Montaner: “ciutat nostra, sempre desesperant”. La Valencia de la que decía Fuster que tenía una “dalla”, igual que la que lleva la Muerte, y que cortaba el cuello a todos aquellos que destacan en algo. La velada tuvo un aire festivo y creativo. Estos sueños de la ciudad de Valencia, vividos por sus escritores más entregados, se encarnaban en este acto de presentación de la Cantata. El breve tráiler de Monsonís muestra a Rafael sentado en una silla de enea en medio de una desierta plaza de La Creu, en el Carme. Rafael canta una balada mientras una etérea bailarina cubierta de sedas como caricias, se desliza a su alrededor. Y esa noche, en el centro cultural Octubre, resonaron los versos de L, Esperança, el final de su Cantata: “Ara, diuen, tot es diferent/perquè, ara, hi ha comboi”.