ANDREA GABRIELLI: Para muchos estos días de fiesta son bonitos días de reuniones y encuentros, pero también para otros, pueden ser una auténtica pesadilla: tener que pensar en la comida de Navidad, la cena de Nochebuena o, incluso, la de nochevieja (o el “cenone“, como lo llamamos en Italia, es decir, la gran cena), y compartir días enteros con familiares que a duras penas vemos (y, a veces, aguantamos) una vez al año, no es una perspectiva atractiva, ni mucho menos. Además son momentos en los cuales echamos en falta a personas queridas que ya no están con nosotros y eso nos provoca melancolía y nostalgia.
En cualquier caso y aún perteneciendo a esa categoría de personas tan sensibles o poco tolerantes, os recomiendo salir y despejar la mente organizando una excursión y disfrutar del día en un lugar bonito, repleto de historia, lugares emblemáticos para visitar y, por supuesto, sitios intrigantes donde degustar buena gastronomía y excelentes vinos. Creo que un buen lugar para ello podría ser Sagunto. No dista mucho de València (si venís de ahí, por supuesto) y puede ofreceros un programa completo en todos los sentidos, culturales y los relativos al paladar. La ciudad tiene antiquísimos orígenes en la edad del bronce cuando los celtíberos comerciaban con fenicios y griegos, aunque es posteriormente con los romanos, que acudieron en su protección durante las guerras púnicas contra Cartago, cuando alcanzó su máximo esplendor, adquiriendo el estatus de “municipio imperial” bajo el emperador Augusto. Después llegaron los moros y los judíos y hoy la ciudad antigua mantiene viva esta multiculturalidad, con su teatro romano, el castillo (construido quizás sobre una fortaleza griega), el templo de Diana o el barrio Judío donde es fácil perderse por sus callejones. Con tanta visita y paseo se estimula sin duda el apetito y os voy a sugerir algunos sitios muy recomendables donde podéis ir.
Para empezar podemos hacer una parada en Vivavins (Pl. Mayor, 2), un pequeño y bonito local con las paredes en piedra, bajo los pórticos de la mismísima Plaza Mayor. Es una enoteca y tienda gourmet donde su dueña, Yolanda Ballester, encantadora anfitriona de su espacio, organiza catas y degustaciones con productos de la tierra de gran calidad. En un pis pas te monta una tabla de quesos y embutidos artesanales, te abre una buena botella de vino y ¡tenéis el aperitivo hecho! Para comer o cenar os doy dos opciones: empezamos con el Restaurante y Copas Le Fou (C/del Castell, 49). Este local se encuentra al final de la subida al castillo, delante de un precioso y pequeño parque donde monta su acogedora terraza bajo los pinos. Si sois afortunados, os acompañarán incluso algunas simpáticas ardillas que bajan para beber agua de vez en cuando. François Rodríguez, medio francés (hijo de la Amparo que regentaba lo que fue uno de los restaurantes más importantes de Sagunto en su día, el Armeler), y su mujer Amparo Ripollés, gran cocinera y ceramista, ofrecen una cocina de excelente nivel que se inspira mucho en ese mix cultural que representa esta ciudad.Proponen platos donde las especias nos recuerdan la cocina árabe o la judía y otorgan al producto, siempre fresquísimo, un acento muy mediterráneo, como no puede ser de otro modo. Muy conocido es el Menú Sefardí, que varía según las temporadas y no siempre está en carta (consultad antes). Por menos de 30€ podréis degustar un delicioso Felafel con vinagreta de yogur o una ensalada de zanahoria, higos, granada, dátiles, miel y queso Kasserí, Dolmas de cordero o Keftedes de pescado con salsa agrisada y todo bien acompañado por los deliciosos vinos de la amplia bodega del restaurante. Puntualizo que el vino en Le Fou tiene suma importancia y muchos jueves François organiza catas temáticas súper interesantes. Abre de jueves a domingo. Por otro lado, y si deseáis daros el capricho de cenar en un restaurante con estrella Michelin, pues en Sagunto se encuentra la cocinera galardonada más joven de España, es decir Vicky Sevilla con su magnífico Arrels (C/ del Castell, 18) que, en un ambiente espectacular donde antiguos arcos de piedra nos proyectan a otra
época, propone tres menús degustación a partir de 55€ (el Menú Llavors de martes a jueves solo a mediodía). Es un restaurante fantástico, donde producto de cercanía, personalidad, técnica y algo de vanguardia dan como resultado unas creaciones únicas. Sin duda una experiencia muy especial en un entorno particularmente bonito. Como véis, sin alejarnos mucho de nuestra ciudad, podemos organizar una jornada donde cultura y gastronomía se funden del mismo modo que ocurrió en esta ciudad con esa mezcla genuina de civilizaciones cuya cuna es la madre de nuestra historia: el Mediterráneo.