Cartelera Turia

SERIES: HALT AND CATCH FIRE (FILMIN)

LAURA PÉREZ: Esto del confinamiento nos ha permitido “recuperar” algunas películas que por unas cosas o por otras se nos habían quedado en el tintero. Estrenos que no alcanzamos a ver en cines, esa peli que ganó algún festival importante o esos clásicos que no nos atrevemos a desvelar que todavía no habíamos visto. Esto me ha pasado a mí con las series. Parece que para este tipo de formato audiovisual no funcionan los mismos ritmos que para el cine, pues hay que estar a la última en cuestión de estrenos en plataformas y ver la misma serie que todo el mundo al mismo ritmo, no vaya a ser que Twitter nos haga spoliers. Puede resultar raro, pero yo he rescatado una serie de 2014 cuyo título ni me sonaba. Filmintiene eso de que las series no son su fuerte, pero a mi ésta en particular me ha soprendido muy gratamente. Halt and Catch Fire es una serie norteameriacana creada por Christopher Cantwell y Christopher C. Rogers, y está producida por el canal AMC. Una serie de título complicado que no entendí hasta que no lo tecleé en Google, que cuenta las aventuras empresariales de cuatro informáticos en los años 80 y tiene cuatro temporadas. Si no fuera por la cuarentena, ni se me hubiera pasado por la cabeza dedicarle tanto tiempo a una serie, pero ha merecido la pena, y mucho. Aunque pasó sin pena ni gloria en la temporada de premios de su época -tan solo recibió un Emmy al mejor diseño de títulos, se merecía mucho más-, es una maravilla. Está ambientada entre los ochenta y noventa y básicamente nos muestra la explosión de lo que conocemos como Silicon Valley, el auge de la informática, los videojuegos online y el nacimiento de internet al alcance de

cualquiera, con todos los peligros que eso conlleva. Nos lleva de Texas a California en cuarenta extasiantes capítulos, casi partícipes de cómo sus protagonistas sufren por alcanzar el agridulce sueño americano con una visión más filantrópica que materialista. Sin embargo, el triunfalismo, la codicia y la competitividad que late continuamente de fondo en esta serie puede parecernos incluso falso, grandilocuente o magnificado, pero precisamente por eso nos encanta; ya hay demasiados personajes corrientes a nuestro alrededor, y somos espectadores ávidos de buenas historias que nos enganchen cuando ya lo hemos visto todo.  La serie me parece fabulosa fundamentalmente por dos razones: su guion es brillante y su ritmo apabullante. Halt and Catch Fire(HCF es un comando informático) comienza presentándonos a cuatro personajes con roles muy definidos pero concienzudamente estereotipados, unos máquinas de lo suyo, muy inteligentes y adelantados a su época. Tenemos a Joe MacMillan (Lee Pace), un líder visionario con altas dosis de sexappeal , el que menos sabe de códigos binarios pero el que mejor los sabe vender. Joe conoce a chica, Cameron Howe (Mackenzie Davies), una joven g eek de la informática, superdotada en dotes de lenguaje de programación, fría y soltaria pero siempre feliz delante de un teclado. Al equipo se une Gordon Clark (Scoot McNairy), el ingeniero gafapastas que pasa los domingos en el garaje montando ordenadores a lo Steve Jobs. En definitiva, pese a su apariencia de independientes y el odio visceral que se profesan a primera vista, pronto se dan cuenta que de unidos son más fuertes y junto darán vida al “Gigante”, el primer ordenador personal. Gracias a Cardiff Electrics tengo en casa

este pórtatil con el que ahora escribo esta reseña, pero su creación nunca hubiese visto la luz si no fuera por “la madre” de todo esto: Donna Clark (Kerry Bishé), la mujer de Gordon, quien relegada a los fogones y a la crianza de sus dos hijas, pronto se sube al barco de la fama y el éxito gracias a sus dotes con las finanzas y su saber estar.
Durante cuatro intensas temporadas vemos cómo nuestros protagonistas triunfan, se hunden, se arruinan, se odian, se aman, ganan y pierden, y todo esto puede pasar en un solo capítulo de 50 minutos. Ese veneno que nos picó en su día con Mad Men-por encontrarle una comparativa con una serie más popular- vuelve a nuestras venas especialmente gracias al magnífico desarrollo de personajes, cuyo arco dramático es consonante con el devenir de los acontecimientos. Con ellos aprendemos que todo es etéreo, que no hay recompensa sin esfuezo y que en la costa oeste de Estados Unidos un día bailas en la cresta de la ola y al siguiente “te roban la idea” y estás fuera del mercado.  Halt and Catch Fire tiene algo que atrapa, pese a que sus diálogos son en ocasiones muy técnicos en términos informáticos y puedes verte algo perdido si no eres un experto en la materia. Por supuesto, detrás de la trama principal que mantiene unido el sueño de los protagonistas en convertir la informática en algo accesible para el ciudadano de a pie, también están las inevitables tramas románticas y de grandes dosis de amistad (y traiciones), que dan cierto calor a un arranque frío en el cual solo se habla de algoritmos y software, y nos recuerdan que detrás de las máquinas hay seres de carne y hueso. El resultado de Halt and Catch Fire son tres temporadas de infarto aunque una cuarta bastante floja, demasiado centrada en las relaciones personales, con capítulos que no avanzan al ritmo que nos habían acostumbrado. Su desarrollo se ralentiza tanto que parece que a los guionistas les da pena que se termine, pero no les culpo. Con todo ello, ésta es una joya de estilo retro que gozarán desde los nostálgicos de los primeros IBM hasta los más idealistas que se pensaban que en esto de la informática estaba todo inventado. Si Joe fuese real, desbancaría a Google con sólo mirar su taza de café del desayuno.

SERIES: HALT AND CATCH FIRE (FILMIN)

ENTREVISTA ANTONIO SUCH

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