Cartelera Turia

SUPEREMPOLLONAS, de Olivia Wilde

Las comedias veraniegas que nos llegan directitas desde Estados Unidos hay que cogerlas con pinzas, aunque intentemos olvidar el bastante acertado prejuicio de que en el periodo estival se estrenan casi todas las cintas de relleno del año. Pero, por mucho que abramos nuestra mente, Súper empollonas nos seguirá pareciendo un producto totalmente desperdiciado.
El film nos presenta a dos amigas de toda la vida que, el día antes de la graduación de su instituto, se dan cuenta de que solo se han dedicado a estudiar y no han dejado espacio para la diversión. Por ello, pretenden que su última noche juntas sea el desmadre fiestero del que nunca han disfrutado.

Con una animadversión total a herir la menor de las sensibilidades, la obra que nos ocupa toma la corrección política que asola Estados Unidos y la convierte en la película con menos mala baba del año. Para elaborar este tipo de comedia se precisa de cierta agresividad y sutil carácter crítico, pero ello resulta una misión imposible cuando el noventa por ciento de los diálogos parecen haber sido escritos como un inofensivo panfleto de la progresía yanqui más rancia, de humor e ideales cercanos a los de los deleznables responsables actuales de una otrora joya como fuera Saturday Night Live. Curiosamente, son varios los antiguos integrantes del reparto de este mítico programa los que cuentan con papeles menores aquí, pero el peso del guión recae en un joven elenco demasiado pasado de rosca.

Tampoco deja de ser curioso que el guión esté obcecado en intentar desmontar estereotipos sobre la mujer de forma nada sutil ni acertada, pero se presente a los personajes homosexuales como una panda de teatreras histéricas que parece ser sacada de la peor de las caricaturas. Súper empollonas pretende formar parte de una muy poco ilusionante nueva ola de comedia americana, pero parece empeñada en hacer exactamente todo lo contrario de lo que consiguió que las producciones de Judd Apatow supusieran una mini revolución en su género hace ya unos cuantos años.

Un decepcionante espectáculo cuya nula capacidad por criticar sin sermonear ni adoctrinar empaña sus escasísimos momentos de complicidad con el espectador. Realmente floja

SUPEREMPOLLONAS, de Olivia Wilde

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