La cinta israelí que dirige Nadav Lapid se llevó además el premio de la crítica internacional
El Oso de Plata, segundo premio más imporante, fue para François Ozon por el drama real “Gracias a Dios”.
En esta edición el palmarés ha sido muy reparido, síntoma de que la Sección oficial de la Berlinale ha tenido un palmarés atractivo e intersante, pese a no tener niguna joya destacable para que cope toda la entrega de premios. Tras la controvertida Touch me not de la pasada edición, parece que en esta ocasión, jurado y crítica se han puesto de acuerdo en premiar a la película israelí Synonymes como la mejor cinta de la Seccion Oficial. Nadav Lapid, director de la estimable La profesora del parvulario, recogía su galardón el pasado sabado de la mano de Juliette Binoche, presidenta del jurado oficial. Synonymes es una producción franco-israelí que narra la historia de un joven israelí, Yoav, que llega a París decidido a deshacerse de su nacionalidad lo más rápido posible, y reniega totalmente se sus orígenes. El director se basa en sus propias experiencias personales para contar esta dura historia de identidades y de lo que supone empezar de nuevo en un lugar extraño.
Basada en hechos reales, Gracias a Dios, de François Ozón, fue merecedora del Oso de Plata. La denuncia que emite Ozon ante los casos de abusos sexuales a menores por parte de la Iglesia no logrón convencer a la crítica -ni a Turia- aunque si lo hiciera para el jurado, compuesto entre otros miembros por el director chileno Sebástian Lelio.
Las mejores interpretaciones comparten película, y es el caso de la china So Long, My Son, de Wang Xiaoshuai. Yong Mei y Wang Jingchun, los protagonistas de la película, se llevaron sendos reconocimientos por su magnífico trabajo en este drama en el que interpretan a unos padres que han perdido a su hijo.
El Oso de Plata al mejor guion fue para la película Pirañas/La paranza dei bambini, escrito por Maurizio Braucci, Roberto Saviano y Claudio Giovannesi; éste último dirige este thriller italiano que sigue a un grupo de adolescentes gamberros en la ciudad de Nápoles.
La mejor dirección recayó en la actriz y directora alemana Angela Schanelec, por Ich war zu Hause aber…/I Was at Home, But. Esta no tuvimos la ocasión de verla, pero sí vimos la opera prima de Nora Fingscheidt System Crasher, que obtuvo n merecido reconocimiento con el (menor) Premio Alfred Bauer.
Los impresionantes paisajes noruegos que muestra la cinta Out Stealing Horses, dirigida por Hans Petter Moland, encandilaron al Jurado y le otorgarno el premio a la mejor contribución artística por su fotografía, que aunque bucólica, no tenía nada de especial.
De la participación española en la Berlinale, la única cinta -cortometraje en este caso- que ha resultado premiada en su categória ha sido el magnífico trabajo de Irene Moray, Suc de Síndria. La joven catalana recogió con emoción su nominación a los premios del Cine Europeo (EFA), gracias a su contribución para visibilizar los casos de abusos sexuales a las mujeres.
Laura Pérez Gómez