En la medida que se escribe en las redes y en los medios de la sentencia contra el CCCC, por la exposición de Pichiavo, en mayor medida se asocia lo que está pasando con el recordatorio del juicio pendiente del IVACOR. Los denunciantes y promotores contra el Consorcio y su director son el entorno de los acusados e imputados en el sumario penal por los libros del auditor. Un caso este de corrupción grave, con una presunta imputación de prevaricación continuada y de malversación de caudales públicos. Este caso emblemático expone la verdadera manera de funcionar en política de conservación y restauración desde que el IVACOR existe en sus diferentes mutaciones. El sumario cerrado permanece dormido, encallado en espera del señalamiento del juicio.
Este recordatorio imprevisto del caso de los 12 libros restaurados a un particular, ha obligado a los promotores del juicio contra Pérez Pont a detener por necesidad el ventilador. Ellos son los que resultan en verdad dañados en la sentencia boomerang del caso de los graffitis en el Convento del Carmen, porque la polvareda les estaba afectando desde hace días. Este deporte de atacar a Peréz Pont por sistema (un gestor impecable) es deplorable y es que José Luis no ha hecho nada de lo que tenga que arrepentirse. Al final es una simple multita recurrida, que ya veremos cómo queda, en el recurso. Como explica una campaña que está en marcha en change.org esto es una pelea de orden y componente estético.
Es alentadora la reacción (política) positiva de la Consellera de Educació i Cultura Raquel Tamarit, que sitúa este asunto del arte urbano en su verdadero contexto estético. Una nadería de nano partículas ya reparada. Por otra parte, en el PSOE hay gente bastante capaz y desde hace tiempo son conscientes de que este empastre contra el CCCC -fuego amigo ugetista- está diseñado, financiado y promovido desde el IVACOR por gananciales, en una estrategia vitriólica de tinta de calamar. Se trataba de articular el siguiente planazo: primero apoderarse del Consorcio de Museos con malas artes y poner allí a trompazos a una experta italianizante. Y segundo, como objetivo central un efecto espejo, tratar de desdibujar aquello que en verdad les preocupa y mucho: el caso de los libros del bibliófilo privado. Este artefacto judicial que han montado, a resultas de la exposición de los graffitis, es un despilfarro de recursos y ha resultado un resbalón más para estos aborígenes con borlas.
En esta vida (judicializada) a veces se gana una sentencia, que luego se pierde en la calle. Han cesado de repente los ataques promovidos por los gonzalitanos. Pronto el asunto quizás pueda estar amortizado, de manera prematura y sin los réditos pensados. Que gran desgracia es ganar para perder y tenerse luego que callar. Bandas de cazadores y recolectores destruyen las huertas feraces de la cultura valenciana. En este neolítico digital nada ha cambiado en realidad. Decidieron que podían masacrar a José Luis Pérez Pont también por el atrevimiento de abrir el Consorcio de Museos a la sociedad y apoyar a los creativos del espectro disciplinar sin conflicto de intereses creados. Estamos al borde de regresar al super ocho, en este bucle de manipulación y amenazas de arribistas agazapados que controlan igual, mande el PP o mande el PSOE. Cine Exin, el cine sin fin.
Firmado: ESPARTACO Y LAVINIA, ESCLAVOS.