ABELARDO MUÑOZ: Comenzando por Los diarios de la anguila de Paula Bonet (Anagrama) y acabando con Cuando éramos ayer, de Pilar Eyre (Planeta), este verano aquel que quiera disfrutar de buenas novelas dispone de un ramillete de títulos fantásticos firmados por escritoras. Ya era hora que las hermanas Bronte o Almudena Grandes tengan sus dignas sucesoras en la escritura. Nadie de habló de ti, sobre la Barcelona de los 70, de Laura Anguera (Planeta) se marida en temática con la novela de Eyre. Aquellos tiempos de la contracultura en la Barcelona que ya no volverá a ser, ahora de los cruceristas. pionera indiscutible, presenta el ensayo El peligro de estar cuerda (Seix Barral) y Donna Leon su thriller Dad y se os dará, (seix Barral). La alicantina Monica Rouanet escribe el thriller Nada importante (Roca) sobre una violación. Con ese tema la estadounidense Joyce Carol Oates, acaba de publicar Violación (Contraseña).
Elena Poniatowska, Premio Cervantes, publica El amante polaco y Elisabet Benavent Todas esas cosas que te diré mañana (Suma). Árbol del olvido, de Nancy Huston (Galaxia Gutenberg) es una historia de los Estados Unidos; Madrid me mata (Diario de un despertar en una gran ciudad) de Elvira Sastre, promete. Y nuestro valenciano Rafa Cervera vuelve a la palestra literaria local con Canción para hombres grandes (Jekill &hill). Sobre la ciudad de Zaragoza, El peatón sentimental (Xordica) de Julio José Ordovás. Un texto esperado de un clásico, Tiempo de destrucción, obra inacabada del gran Luis Martin Santos, en la editorial Galaxia Gutenberg. Casi no hace falta recomendar Roma soy yo, del incombustible Santiago Posteguillo, sus libros se venden solos. En plan ensayo Come mierda de Julio Basulto es un libro sobre cómo evitar comer mal (Ed. Vergara); Maria Oruña publica El camino del fuego (Destino); Isaac Rosa, Lugar Seguro (Seix Barral) y en la misma editorial El libro de todos los amores, de Agustín Fernández Mallo. Indispensable el ensayo de Pablo Iglesias Verdades a la cara (Navona) y Los vencejos de Fernando Aramburu (Tusquets) que también se vende solo. El castillo de Barbazul, de Javier Cercas es un thriller del personaje Melchor Marín, que esta vez investiga la desaparición de su hijo; y en plan novela negra el gran escritor irlandés John Connolly nos presenta En lo más profundo del sur, con el legendario inspector Charlie Parker. Tres crímenes impunes que el héroe resolverá sin duda. Emoción asegurada hasta el último capítulo. Una historia ridícula, de Luis Landero (Tusquets); El rio de cenizas, de Rafa Reig, (Tusquets) que tanto ha gustado a Alfons Cervera. Philip Roth. La biografia, de Blake Bailey (Debate), tiene 1.200 páginas y es ideal para leer bajo el almendro. De espionaje tenemos Los hombres de la niebla, de Pablo Zarrabeitia, pseudónimo de un agente del CNI en activo. Segunda e imprescindible parte de El alma de los espías.
A los amantes de la historia, Los memorables, de Lidia Jorge, sobre la Revolución de los claveles, en Portugal, y sobre todo, la nueva obra de Antony Beevor, Rusia. Revolución y guerra civil (1917-1921), en Crítica. La muerte contada por un sapiens a un neandertal de Juan José Millás y Juan Luís Arsuaga (Alfaguara); España y Argentina en la Primera Guerra Mundial. Neutralidades transnacionales, de Maximiliano Fuente; y sobre ecología, Contra el futuro (Resistencia ciudadana frente al feudalismo climático) de Marta Peirano. Y más novelistas estupendas, Canción de antiguos amantes, de la colombiana Laura Restrepo.
En poesía, Los planetas fantasma de Rosa Barbel (Tusquets) y una curiosidad: 50 estados: 13 poetas contemporáneos de EEUU, de Ezequiel Zaidenwerg, autores que nunca existieron, una antología poética ficticia. El librero Jaime Ortega recomienda La mujer que escribió Frankenstein de Esther Cross (Minúscula) y Santi Lemoine, de Batisfera, recomienda Zona de Obras de Leila Guerrero (Angrama). La escritora Susana Kaiser publica Odio a las mujeres. Inceles, malfollados y machistas modernos (Katakrak) y Bárbara Blasco La memoria del alambre en Tusquets, un magnífico trabajo sobre la Valencia punk y maldita antes del Bakalao.
El año que murió John Wayne de Juan Gracia Armendáriz, en Pre-Textos y Una casa llena de gente, de la argentina Mariana Sánchez. Adiós pequeño, de Máximo Huerta, Premio novela Fernando Lara (Planeta).
De regreso a la gustosa historia, Las guerras púnicas. Roma contra Cartago. Historia de un conflicto, de Carlos Díaz Sánchez; Castigar a los rojos, ensayo de Francisco Espinosa, Ángel Viñas y Guillermo Portilla, con prólogo de Baltasar Garzón. Una historia terrible sobre el fiscal fascista Felipe Acedo. Para desengrasar, El pequeño libro de la filosofía estoica, de Javier G. Recuenco y Guillermo de Haro (Alienta ed.) Indispensable La secreta de Franco de Pablo Alcántara. Y para acabar con una estupenda escritora, Enciclopedia secreta. Lecturas en el espejo feminista, de Marta Sanz. Ensayo sobre mujeres literatas como Marguerite Duras, Margaret Atwood o Edith Warton. Y una última recomendación, que no es novedad pero será nuevo siempre, para disfrutar con un gigante de la literatura de todos los tiempos, Herman Melville, no es Moby Dick, es Benito Cereno, un thriller marítimo, relato demencial, ambientado en un barco esclavista español en 1799 . Que disfrutéis, amigas y amigos lectores.