MAITE IBAÑEZ: Hace semanas que estamos leyendo las noticias sobre el nuevo ciclo tecnológico de Bombas Gens en València. Este tipo de proyectos comenzaron a cobrar mayor protagonismo a partir del 2010, cuando algunos teóricos calificaban esa “inmersión” como un recurso publicitario para un lenguaje del espectáculo más inmediato. Las obras cobran vida, permitiendo al visitante adentrarse en una estética que apoya sus recursos en la tecnología. Suelen ser proyecciones a escala gigante, que utilizan almacenes o naves industriales para generar escenografías que permitan este tipo de recorridos. Y además dibujan un tipo de exposición a partir de un objetivo siempre presente: La experiencia.
Luz y vídeo reproducen a gran escala las obras más famosas de la historia del arte. Pero huyen de conceptos académicos para acercar este evento a la finalidad de entretener a todos los públicos. Algunas de las claves de su ascendente popularidad se centran en priorizar la imagen sobre el texto y en la selección de artistas conocidos.
Descubrimos algunas de estas instalaciones multimedia con motivo del centenario de Joaquín Sorolla, primero en La Marina (“Sorolla, una nueva dimensión”) y posteriormente en la Fundación Bancaja (“Sorolla a través de la luz”), con el matiz de que en la segunda exposición se incorporaban piezas originales del autor valenciano junto al discurso de las proyecciones y elementos de realidad virtual. Pero esto no es nuevo. Uno de los espacios que ya es habitual de las exposiciones inmersivas ha sido el Ateneo Mercantil. Recordamos “Van Gogh Alive- The Experience” en 2019, donde anunciaban la contemplación de más de 3.000 imágenes, música, fragancias y la literatura. O posteriormente #INGOYA en 2022, que también tuvo un excelente resultado de público.
Ahora es el momento de Bombas Gens Centre d’Arts Digitals. El espacio no sólo abre el camino para la experiencia inmersiva, sino que también se adentra en el mundo del metaverso. Dalí y Frida Kalho serán dos de sus protagonistas, con proyectos desarrollados en colaboración con la Fundació Gala-Salvador Dalí y la Frida Kahlo Corporation, respectivamente.
Layers of Realitiy, responsables de esta etapa, integrarán holografía e inteligencia artificial a través de una programación que nos abre todo un mundo de sensaciones y entretenimiento. Aunque para algunos, todavía no queda claro cuál sería el papel de la exposición y del museo. Estrella de Diego escribía en su artículo “Mirar un cuadro”, cómo el placer visual se contorsiona hasta sustituir las obras originales por pantallas de luz envolventes. “¿Nos aburre entonces entrar en una sala y ver sólo pinturas expuestas? Si tenemos que edulcorar la realidad de una pieza con documentos, audiovisuales y colores, ¿dónde está entonces el límite entre el museo y el espectáculo?” Nuevos lenguajes llegan a un espacio singular como es una fábrica de bombas hidráulicas. La realidad alternativa que navegará en breve por Bombas Gens. Esperemos que esta inmersión no quede en un chapuzón y nos regale una buena travesía. Y también, que la magnífica colección de arte contemporáneo José Luis Soler sea llevaba a buen puerto, para seguir disfrutándola y que no quede en el olvido.