NEL DIAGO: Por estar ausente de valencia no he podido seguir las múltiples actividades que este año ha ofrecido Russafa Escènica, el festival de Tardor. Sin embargo y por fortuna, gracias a las gestiones de las responsables de la sala Cambra de La Rambleta, alcancé a disfrutar de la última función de este espectáculo escrito y dirigido por el polivalente Toni Agustí, que también actúa en esta ocasión. La fábula que nos propone Agustí recrea lo que podría ser el proceso de composición y ensayo de dos intérpretes, un actor y una actriz, que se juntan con la intención de adaptar supuestamente una novela de éxito. A partir de este inicio el texto va desarrollando con gran habilidad un juego de acciones que se interrumpen, vuelven atrás o se repiten con variantes, como sería lógico en cualquier ensayo que se construye sobre aparentes búsquedas dramáticas e improvisaciones.
Agustí elabora la trama, en la que no faltan momentos de mucho y buen humor, con mucha inteligencia y perspicacia escénica, como cabría esperar de su larga y notable experiencia sobre las tablas. Ahora bien, lo más inteligente que ha hecho Agustí en este caso ha sido contar para la puesta en escena con una actriz tan versátil y expresiva como Lara Salvador, una intérprete que en cada frase, en cada movimiento y en cada gesto se adueña del escenario con absoluta naturalidad; verla actuar siempre es un regalo para el público y si, además, cuenta con un bien diseñado personaje y una dirección que la apoya en su lucimiento, el goce estético está más que asegurado. Muy buen trabajo.