SERGIO BATLLÉS: “Compenso mi frustración profesional con mucha actividad sexual”, reconoce Camille en los primeros minutos del film, uno de los tres jóvenes que protagonizan de forma coral la nueva película de Jacques Audiard donde, como bien expresa el personaje, la insatisfacción laboral y el sexo son dos ingredientes clave en París, distrito 13, pero no los únicos. La confesión de Camille es el pistoletazo de salida para preparar a la audiencia sobre lo que va a encontrarse a lo largo del metraje: un intenso drama romántico de íntimas emociones que ofrece un acertado y realista retrato de esa juventud adulta ‘perdida’ en la que los indeseados trabajos no acordes a sus estudios, la inestabilidad emocional, los pisos compartidos, así como las aplicaciones de citas y el cibersexo están a la orden del día.

Una interesante propuesta en la que sus tres protagonistas (Émilie, Nora y Camille) muestran sus deseos, anhelos y preocupaciones sin artificios ni clichés con unas interpretaciones sobrias y contenidas, sin necesidad de dar alaridos o ‘explotar’ para mostrar sus frustraciones y temores. Ello da un aire de naturalidad al metraje que atrapa desde la primera escena protagonizada por Camille y Émilie en la que el director francés ya pone las cartas sobre la mesa para mostrar que esta no va a ser una película más de jóvenes desorientados y alocados que buscan su lugar en la sociedad, en absoluto. Aquí, los silencios y las miradas pesan más que las palabras y el resultado funciona y da la razón a su bien trabajado guion a tres bandas (Camille, Émilie y Nora) en el que cada personaje tiene sus respetados momentos y espacios. Un guion que, como no podía ser de otra manera, se refuerza aún más con su interesante fotografía en blanco y negro, cuya importancia en el drama y en la ambientación le convierte en un personaje más de la película.

Los créditos iniciales, con hermosos planos de los rascacielos de ese distrito trece de París, conocido como Les Olympiades (título original del film), ya contextualizan toda la acción narrativa en ese espacio urbano que, más que limitar, ayuda a acotar y a profundizar en los mundos íntimos de sus protagonistas. Muy grato y muy recomendable estreno en cartelera, de los que de verdad se agradecen entre tanta oferta mediocre. Eso sí, no esperéis encontrarla en todos los cines; tristemente, este tipo de productos audiovisuales no venden.