Cartelera Turia

PANTALLA EN BLANCO: HABLEMOS DE LA FILMOTECA.

GERARDO LEÓN: El pasado martes 8 de julio se celebraba en la sala Berlanga de La Filmoteca de Valencia la rueda de prensa de presentación de su programa de verano de este año, la Filmoteca d’estiu. Al acto, además de las autoridades competentes, asistía José Antonio Hurtado, jefe de programación de La Filmoteca, que presentó las líneas maestras de los ciclos que este año podremos disfrutar en la gran pantalla que se instalará en el cauce del río, junto al Palau de la Música. Pero, además del cartel de películas, Hurtado aprovechó la ocasión para felicitar y reivindicar el trabajo del equipo técnico de La Filmoteca que, con mucho esfuerzo, y a pesar de cierta falta de recursos, habría sacado adelante dicha programación.

Este problema de la falta de recursos, humanos y presupuestarios, en el caso de La Filmoteca es un conflicto que creo que convendría abordar ya de manera seria y solvente. Un problema que creo que debería reunir de una vez al público general y a todas las ramas involucradas en el sector audiovisual valenciano.

Al público general, porque es hora de que tome conciencia de la relevancia de una institución como La Filmoteca. Quizá no nos demos cuenta porque parece que siempre ha estado ahí, quizá porque muchos de ustedes no la frecuenten, pero es una suerte extraordinaria tener a nuestra mano una institución como esta. Primero por el hecho en sí: ¡ojo, no todas las comunidades tienen una Filmoteca propia! Segundo por lo que compete a su labor de a) difusión del arte del cine y su desarrollo a lo largo de la historia (y hacerlo en condiciones adecuadas), y b) por su labor en el cuidado de nuestro patrimonio audiovisual, tanto de las producciones cinematográficas o audiovisuales que se realizan en nuestra comunidad, como del enorme archivo documental que, ya sea en formato profesional, como doméstico, atesoran sus fondos; es el registro notarial de nuestra memoria visual.

Y al sector audiovisual porque, a parte de ser una pieza angular de la difusión de su trabajo, por la imperceptible labor que realiza para su desarrollo como punto de encuentro de sus profesionales. Esto es algo que quizá no lo haya percibido casi nadie o no se suele significar, pero, con el tiempo, me he dado cuenta de que La Filmoteca es un espacio de apoyo capital dentro del engranaje de nuestra modesta industria. En un mundo donde no parece contar aquello que, en apariencia, no puede ser monetizado, la defensa de lo público se convierte con frecuencia en una tarea compleja. No es el caso de La Filmoteca. A través de sus programas de apoyo, como sede de muchos festivales, presentaciones de películas o libros, La Filmoteca es un centro de encuentro muy importante para el sector. En sus sedes y pasillos, alrededor de estos eventos se reúnen los profesionales y ahí surgen contactos, conversaciones, alianzas que relanzarán futuros proyectos. Quizá sea difícil de calcular, pero eso no quiere decir que ese papel de espacio de reunión no revierta en forma de retorno en términos de capital hacia el sector, como industria, y como beneficio hacia la sociedad. ¿Cómo se calcula dicho beneficio? Es complejo, pero sería absurdo no considerarlo. Un sector industrial dinámico es un sector que produce, y los espacios de contacto entre lo público y lo privado son imprescindibles para ello. Y me temo que, por lo que veo, el propio sector, en su histórica apatía o puesta la mirada en sus intereses inmediatos, quizá no lo perciba. Es hora de abrir los ojos.

Por razones aun no bien justificadas, las dos administraciones anteriores, de derechas y de izquierdas, se dedicaron a limar los recursos de personal y financieros que asistían a La Filmoteca. Primero fue la crisis económica del 2008, excusa esgrimida por aquellos que la propiciaron, luego por la más pura indolencia o desinterés. Quizá haya ahora una oportunidad. A preguntas de la prensa, el actual director del Institut Valencià de Cultura, Álvaro López-Jamar, se comprometió a subsanar progresivamente esta falta. Habría que tomarle la palabra. Es hora de corregir esta deriva mortal. No podemos permitirnos este lujo. Queda hecho este modesto llamamiento. #pasalo.

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