De vez en cuando, apetece un descanso del continuo bombardeo de taquillazos norteamericanos que recibimos en la cartelera y, siempre es de agradecer, que films de países más modestos alcancen nuestras pantallas. Sin duda, la irlandesa Dating Amber ha sido un buen soplo de aire fresco. La película, nos presenta a la joven que le da nombre y a Eddie: dos adolescentes que se ven “forzados” a forjar una peculiar amistad fingiendo que son pareja, para acallar los certeros rumores de que ambos son homosexuales.

No cabe duda de que su premisa es sugerente y, para alivio del respetable, está bien desarrollada. Dating Amber es una de esas comedias dramáticas que sabe que ambos géneros pueden ser combinados perfectamente; o, al menos, durante un tiempo. Y es que el film tiene momentos realmente divertidos, y otros que conseguirían conmover al más duro de los espectadores. Gran parte de la culpa de que nos sintamos presenciando una obra tan real es gracias a su genial dupla protagonista, que desprende dulzura y verdad a partes iguales. Lamentablemente, si no nos acabamos de encontrar ante una película más redonda es debido a su tendencia hacia el melodrama y la exageración. Su trágico acto final lastra un film que debía ser un canto a la libertad, en vez de un producto que trate de emocionar a base de golpes bajos. Aun así y, visto el nivel promedio de los estrenos, no deja de ser un divertimento diferente y bastante satisfactorio para una apacible tarde dominical.