ANA NOGUERA: El 9 de diciembre se celebró una mesa redonda en el Consell Valencià de Cultura de homenaje a la Cartelera Turia. Una cartelera que ha cumplido 55 años. Todo un éxito. Fue un acto emotivo, simpático, lleno de amistades, con ganas de reír y de recordar, con mucha nostalgia, con proyectos de futuro, siempre con crítica y palabras mordaces, con el estilo inconfundible de la Turia, y, con la presencia estimada del último director Vicente Vergara. Hoy podemos recordar muchos avatares sufridos por la cartelera en la época franquista, se comentó algunos de los procesamientos de V. Vergara, por su pertenencia al Partido Comunista o por su labor como gestor cultural en una España en blanco y negro (incluso en los primeros años democráticos). La Cartelera Turia ha sido incómoda, ese es su gran valor: su capacidad de generar pliegues en lo establecido, en incordiar siempre para dar un paso más allá, en ser trasgresora. Pero sus pasos fueron haciéndose de gigante: sus fiestas, sus premios, sus colaboradores, las numerosas personas que fue aglutinando de forma permanente o pasajera a su proyecto. Se habló del futuro del papel, del formato electrónico o de las nuevas ideas que las jóvenes periodistas expusieron para atraer al público joven. Los tiempos cambian. Y resulta difícil mantener un mismo producto sin que se adapte. Pero su adaptación ha de estar sostenida por la incomodidad, por el vanguardismo, por la esfera abierta de un espacio donde se pueda pensar y decir aquello que genere reflexión. Y la reflexión siempre nos hace falta. ¿Qué necesitan los jóvenes para ser lectores de la Turia? ¿Un formato en papel o un formato electrónico? Ante todo, necesitan un espacio donde poder expresar ideas nuevas, un expositivo donde encontrar cultura propia y diferente a la oficial, unas páginas (da igual el medio que se utilice) que sean “jóvenes”, que más allá del cine, de la crítica, de la reflexión, de la opinión, sean su propio espacio de respiración. Porque las generaciones que hemos crecido con la Turia, lo que hacíamos era “respirar” con ella, como bien la definió Manuel Vázquez Montalbán, “los de Cartelera Turia constituyen una extraña y reducida secta que cada semana nos envía la botella del náufrago con sus críticas de espectáculos que rompen los moldes de los mensajes obvios”. Nosotros ya conocemos la Turia. El reto está en los jóvenes: ¿qué queréis decir? ¿qué os preocupa o incomoda? ¿Dónde están vuestras luchas existenciales? Problemas hay a capazos, y jóvenes “sobradamente preparados” para señalar con el dedo también. El reto del futuro de la Turia es vuestro. Lo “casi” imposible es saber sucederse, renovarse, adaptarse sin perder las esencias. Feliz Aniversario.
LOS 55 AÑOS DE LA CARTELERA TURIA
