CARLOS PÉREZ DE ZIRIZA: Frente a la inmaterialidad del streaming, la industria de la música sigue surtiendo el mercado de discos que revalorizan los formatos tradicionales y abren puertas a nuestro conocimiento y placer.
La música como objeto. Como posesión material. Como algo que podamos tocar, oler, manosear. Cisquémonos en el algoritmo, en las playlists, en el sabor a frío metal de esa música que las plataformas de streaming nos devuelven como una suma de códigos binarios para ser consumida en nuestros teléfonos móviles. El tacto de la aguja en el surco del vinilo. El placer de introducir un CD en la bandeja del lector y darle al play. El gustazo de escuchar un disco a todo volumen, con un buen equipo de alta fidelidad, mientras nos repantigamos en el sofá de casa. Incluso, quién sabe, entretenernos leyendo las letras, los créditos, el encarte, el diseño de la portada y la contraportada. Abjuremos de la puñetera nube. Aferrémonos a nuestras colecciones de discos. Aún hay quien las atesora como uno de sus bienes más preciados. Y aquí siempre damos algunas ideas y pistas para surtirlas de material que no caduca. Nunca. Para regalar o para regalaros.
Habrá tiempo para repasar algunos de los mejores discos que nos ha dado 2023. Mientras tanto, la industria sigue escarbando en el pasado y dándonos algunos motivos para el desembolso, aunque en ocasiones sea casi prohibitivo. Hay reediciones y cajas recopilatorias que lo valen, también otras que no. Todo depende del capricho y del poder adquisitivo. Aquí solo trazamos algunas pinceladas. Y para todos los gustos hay buena mandanga. Si lo vuestro es el free jazz, uno de los gigantes del género, el gran Pharoah Sanders, fallecido el año pasado, ha visto su memoria honrada con la reedición del enorme Pharoah (1977), con grabaciones en directo, gracias a Luaka Bop, el sello fundado por David Byrne. También la leyenda eterna de Charlie Parker se engrandece con Bird in LA, originalmente publicado hace dos años y ahora reeditado con cuatro discos que documentan el poderío escénico del jazzman entre 1945 y 1952. Si sois más de reggae, la inagotable herencia de Bob Marley vuelve a reciclarse en Catch a Fire 50th Anniversary Edition, que celebra los cincuenta años del disco que lo lanzó a la fama mundial, quinto de su carrera y primero que publicaba en Island. Si los vuestro es el soul, este ha sido el año de Otis Redding con el fastuoso Otis Forever: The Albums & Singles (1968-1970), retrato de un estado de gracia en diez discos. Y si sois más de la escuela folk de los años setenta y de la tradición singer songwriter de la costa oeste norteamericana, hay una reciente y pintona caja de cinco discos de Joni Mitchell que agrupa parte de lo mejor de su más brillante etapa creativa, Joni Mitchell Archives Vol. 3: The Asylum Years. Sin olvidarnos de la ración habitual de arqueología dylaniana, esta vez con Bob Dylan. Fragments – Time Out of Mind Sessions (1996-1997): The Bootleg Series, Vol. 17.
Hasta ahora hemos abordado estilos y géneros nacidos hace más de cincuenta años, pero la fiebre recopilatoria y reeditora acorta tanto sus plazos que las posibilidades se multiplican si entramos en harina no tan tradicional. Devo celebran su medio siglo de irreverencia synth pop con 50 Years of De-Evolution, New Order reivindican su condición de patriarcas del mejor pop electrónico con una nueva revisión de Substance (1987), nuestros Family no necesitan volver a ninguna actividad mientras su magistral Un soplo en el corazón (1994) siga siendo nuevamente reeditado y una banda siempre a revindicar, mientras los británicos The Auteurs (de lo mejor de la generación brit pop) justifican apoquinar los cuarenta euros que cuesta People ‘Round Here Don’t Like To Talk About It. The Complete EMI Recordings porque sus seis discos no tienen desperdicio. Es buen momento también para redescubrir, aunque no estén considerados como sus mejores trabajos, joyas como el Diamond and Pearls (1991) de Prince por su Super Deluxe Edition, el In Utero (1993) de Nirvana por su 30th Anniversary o el Tim (1985) de The Replacements por su Bleed Edition.
