TURIA: Hace mucho tiempo que diversos colectivos culturales llevan poniendo el foco en las desigualdades (de salario, de oportunidad) que sufren las mujeres en el sector de la cultura. Hace unos meses el Observatorio de Igualdad de Género en el ámbito de la Cultura ponía de manifiesto las “diferencias significativas por sexo” entre el empleo vinculado a la cultura y el empleo total, con una menor proporción de mujeres en el ámbito cultural, 39,1%, frente al 45,5% observado en el conjunto de la economía española. Los estudios han destacado que las mayores proporciones de mujeres en el empleo están en actividades de edición de libros o periódicos (45,5%), mencionando a las cifras de escritoras, periodistas y lingüistas con tasas superiores al 52% de mujeres. Asimismo, de las estadísticas publicadas se deduce también una mayor presencia femenina en actividades relacionadas con bibliotecas, archivos y museos, un 56,1%, frente al 43,9% de hombres. La menor proporción se observa en artes gráficas, grabación, reproducción de soportes, edición musical, fabricación de aparatos de imagen y sonido e instrumentos musicales, con un 27,1% de mujeres frente al 72,9% de hombres. En el ámbito del cine, los principales resultados indican que el 23,7% de los largometrajes de producción española tuvieron el último año participación de mujeres en su dirección o en su guion (el 16,9% de los largometrajes de producción española fue dirigido o codirigido por una mujer y en el 21% de ellos hubo participación de mujeres en la elaboración del guion).Como gran resumen podría decirse que queda mucho por hacer. Lo primero ha sido tomar conciencia del problema. Algunos festivales como el de San Sebastián han comenzado a introducir la paridad como elemento necesario en su sección Oficial. También vemos mayor implicación de TVE y de algunas productoras que buscan miradas de mujeres. Son signos positivos, pero insuficientes que llaman a seguir trabajando los 360 días del año para una cultura igualitaria e inclusiva.