PAU VERGARA: Tras el éxito arrollador de Sin novedad en el frente, que arrasó en los Oscar 2023 llevándose cuatro estatuillas, el director alemán Edward Berger vuelve a la carga con Cónclave, un thriller que promete sacudir las bases del Vaticano. Estrenada el 20 de diciembre, la película protagonizada por Ralph Fiennes nos sumerge en el hermético proceso de elección de un nuevo Papa, mientras desvela las intrigas, miserias y luchas de poder detrás de la Iglesia Católica.
Berger no es ajeno a los conflictos humanos. Si en Sin novedad en el frente retrató los horrores de la guerra, en Cónclave convierte al Vaticano en su nuevo frente. Según el director, tanto la guerra como un cónclave son “campos de batalla para la humanidad”, donde doctrinas y ambiciones se enfrentan con consecuencias impredecibles. Sin embargo, aclara que “en Cónclave hay una batalla de ideas, pero no se asesina a nadie”.
Ralph Fiennes lidera este juego de poder como el cardenal Lawrence, encargado de organizar el cónclave tras la inesperada muerte del Papa. Lo que comienza como un proceso espiritual pronto se convierte en una partida de ajedrez política, con giros narrativos que recuerdan a Juego de tronos. Berger admite haberse inspirado en el cine de Alan J. Pakula, creando un thriller “preciso” donde cada movimiento cuenta.
Uno de los aspectos más controvertidos de la película es su tratamiento de los escándalos sexuales que han sacudido a la Iglesia. Berger no se muerde la lengua al señalar que “es idiota pensar que el celibato funciona”. Aunque reconoce el respeto por las ideas filosóficas de la institución, insiste en la necesidad de un cambio para evitar más abusos. “Es hora de avanzar y librarse de ello”, sentencia.
La película aborda este tema a través de la trama, mostrando cómo los secretos oscuros emergen incluso en un momento tan solemne como la elección de un Papa. La Iglesia, sin embargo, ha guardado silencio hasta el momento, lo que Berger atribuye a su percepción de estar “por encima de las películas”.
Berger subraya la humanidad de los líderes religiosos. La impactante escena inicial, que muestra al Papa fallecido dentro de una bolsa de plástico, refleja su intención de desmitificar la figura papal. “Al final, todos acabamos en una bolsa de plástico. Si recuerdas que eres humano, quizás seas un buen Papa”, reflexiona el director.
La pasión de Berger por la arquitectura se refleja en la meticulosa puesta en escena. Cada plano de Cónclave está diseñado como una partida de ajedrez, reforzando la idea de poder y control. Las escenas de votación, que podrían resultar repetitivas, se convierten en momentos de tensión gracias a una planificación visual que mantiene al espectador al borde del asiento.
¿El Vaticano en crisis o en evolución?
Más allá de su enfoque crítico, Cónclave no es un ataque gratuito a la Iglesia. Berger plantea preguntas incómodas, pero desde una perspectiva respetuosa. “Habla sobre lo que la Iglesia cree que es el camino correcto”, explica. El filme no solo desvela las sombras del Vaticano, sino que también reflexiona sobre la posibilidad de redención y cambio en una institución atrapada entre tradición y modernidad.
Con Cónclave todavía fresco en cartelera, Edward Berger ya tiene listo su próximo proyecto: The Ballad of a Small Player, protagonizado por Tilda Swinton y Colin Farrell. Según el director, esta película será “muy diferente” a su incursión en el Vaticano, lo que demuestra su versatilidad para explorar las múltiples facetas de la condición humana.
En definitiva, Cónclave es un thriller sofisticado que combina intriga, crítica social y reflexiones profundas sobre el poder y la fe. Berger no solo desentraña los secretos de las puertas cerradas del Vaticano, sino que nos invita a cuestionar las estructuras de poder que, al igual que sus personajes, enfrentan batallas internas.