VERÓNICA PUIG: La Nochevieja 2024-2025 nos ha dejado unas Campanadas que pasaron del protocolo habitual a un espectáculo que combinó humor, irreverencia y un homenaje a la televisión que llevamos dentro. David Broncano y Lalachus, desde el balcón de la Puerta del Sol, hicieron de esta transmisión un evento único, rompiendo esquemas, divisiones generacionales y, por momentos, hasta la cuarta pared.
Una de las frases más memorables de la noche fue pronunciada por Lalachus mientras mostraba con orgullo una estampita de la vaquilla del Grand Prix, símbolo de una época dorada de la televisión pública. “Estamos hechos de cachitos de tele”, dijo, dejando claro que la televisión no solo refleja nuestra sociedad, sino que también es parte de lo que somos. La frase resonó en una noche cargada de guiños nostálgicos y mordaces, en la que los rótulos del programa especial de Cachitos también se llevaron una ovación. Desde sus referencias políticas hasta sus golpes a la cultura pop, los subtítulos de Cachitos volvieron a ser el mejor acompañamiento para cerrar el año.
Un homenaje al caos organizado
Broncano y Lalachus no se limitaron a cumplir con el guion esperado de unas Campanadas: mostraron la trastienda, saludaron a los vecinos de Antena 3 —con Pedroche y Chicote al otro lado— y convirtieron la emisión en un encuentro de amigos, mezclando humor y espontaneidad. Desde Broncano colgado del cartel de Tío Pepe hasta los guiños a los equipos técnicos, todo fue un tributo a la televisión entendida como un espacio de creatividad y cercanía.
El choque generacional en el foco
Mientras algunos espectadores alabaron la frescura de esta nueva generación de presentadores, otros se aferraron a la nostalgia, añorando los tiempos de Ramón García o criticando a los actuales anfitriones. Lalachus, con su humor afilado, incluso anticipó las críticas sobre su físico al pedir “dejar de opinar sobre cuerpos ajenos porque todos son válidos”. La frase fue una respuesta directa a los insultos que había recibido previamente en redes sociales, reafirmando su postura con elegancia y firmeza.
La televisión como punto de unión
En un país polarizado, las Campanadas de este año demostraron que la televisión puede seguir siendo un punto de encuentro. El saludo mutuo entre Broncano, Lalachus y la pareja de Antena 3, Pedroche y Chicote, ofreció una imagen que, aunque sencilla, resultó significativa: un gesto de cordialidad y respeto que rompió con la habitual rivalidad entre cadenas.
Los subtítulos de Cachitos: una obra maestra de la ironía
Como ya es tradición, Cachitos volvió a brillar con su especial de Nochevieja, regalándonos una batería de rótulos llenos de ingenio. Desde bromas sobre la “machosfera” de Bertín Osborne hasta dardos al PP, PSOE y programas como El Chiringuito, el programa no dejó títere con cabeza. Cada frase era una cápsula de humor mordaz que convirtió la música retro en el mejor acompañamiento para despedir el año.
Un año nuevo con la mirada en la diversidad
La retransmisión terminó con un mensaje del presidente de RTVE, José Pablo López, destacando el valor de dar espacio a nuevas generaciones: “Hoy otra generación ha protagonizado las Campanadas. Tienen otros códigos, otras preocupaciones (vivienda, diversidad), y no olvidan a quienes peor lo pasan. Y ha sido en la tele pública. Siempre por delante”.
Entre risas, nostalgia y polémicas, las Campanadas de Broncano y Lalachus han marcado un inicio diferente para 2025, dejando claro que, aunque la tele nos divide en gustos, sigue siendo el espejo donde todos nos reconocemos.