LAURA PÉREZ:Piloto de avión, sastre caníbal, preso, gordo, futbolero, perturbado, payaso o policía. Antonio de la Torre es como el hombre de las mil caras, pero su rostro, su mirada y sus gestos parecen empujarle a interpretar ese tipo de personajes complejos y poliédricos, de fuerte carácter y semblante serio. Sin embargo, su aspecto cambia con unos mínimos retoques, y ese carácter severo desaparece con un afeitado y se prepara para la comedia dispuesto ha hacernos reír. Si bien es cierto, el papel de policía parece que le viene como anillo al dedo, pues ya lo ha interpretado en algunas ocasiones, como su gran trabajo en Grupo 7, de Alberto Rodríguez, por el que fue premiado en Turia al mejor actor en 2013; o en Qué Dios nos perdone, donde interpreta a un inspector asocial, un tanto extraño y para colmo, tartamudo. En esta ocasión – en la que que se toma la justicia por su mano- le galardonamos por su papel protagonista en Tarde para la Ira, opera prima de Raúl Arévalo, que no se va de vacío en esta edición de los Premis Turia, así como tampoco se fue en los últimos premios Goya. Raúl Jiménez obtiene el Halcón al Mejor Actor Revelación y ha sido el film más votado por los lectores/as de Turia. En esta película interpreta a José, y gracias a esa cámara que le sigue de cerca podemos ver cada poro de su piel. El director nos brinda unos primeros planos del actor que cortan la respiración: José es un hombre áspero, lleno de ira y venganza por sucesos traumáticos del pasado, y con él, de la Torre hace un ejercicio de interpretación contenida simplemente brutal. El actor malagueño estudió periodismo, pero además de soñar con ser periodista deportivo, él quería, sobretodo, ser actor. Comenzó con pequeños papeles en películas españolas como Los peores años de nuestra vida (Emilio Martínez Lázaro, 1994), y durante aquellos años trabajó en algunas series de televisión en papeles secundarios. Su gran impulso, y además su primera nominación al Goya como actor secundario le llegó de su “hermano” profesionalmente hablando, Daniel Sánchez Arévalo, en la película AzulOscuroCasiNegro (2006). Se llevó el premio a casa y ésta sería la primera de muchas nominaciones a los premios de la Academia (un total de siete nada menos), como por Gordos, también de Sánchez Arévalo; por Balada Triste de Trompeta, de Álex de la Iglesia, o La Isla Mínima, de Alberto Rodríguez. Incluso en 2013 hizo doblete de nominaciones, optando al premio al mejor actor principal por Grupo 7, y al mejor actor de reparto por Invasor, de Daniel Calparsoro. Su talento ha sabido ser reconocido en numerosas ocasiones, y en su tierra, en el Festival de Málaga, recibió en 2015 el premio Málaga Sur en reconocimiento a toda su carrera. Una carrera larga pero que parece que no ha hecho más que empezar, pues le queda cuerda para rato. Acaba de rodar Abracadabra, una comedia negra de Pablo Berger donde interpreta al marido de Maribel Verdú. Además, este mes de julio comienza el rodaje del tercer largometraje de Rodrigo Sorogoyen, Reino. Tras el éxito de su última película, Antonio de la Torre trabajará de nuevo a las órdenes de Sorogoyen en un thriller que se centra en un político corrupto y del que todavía no se sabe demasiado. Antonio de la Torre no descansa nunca, pues mientras tanto sigue con proyectos en televisión. Le podemos ver en Perdóname Señor, serie producida por Telecinco y protagonizada por Paz Vega. En la gran pantalla, estamos a la espera del estreno de Algo muy Gordo, una comedia de Carlo Padial; y en Reino Unido, ha participado en la última película de Jim Loach titulada Chasing Satellites, donde comparte cartel con su compañero Quim Gutiérrez. De la Torre es un actor que no se conforma con lo fácil, que explora en sus personajes, muchos de ellos nada fáciles, y demuestra en cada película que su versatilidad y adaptación a una nueva “persona” no tiene límites.