27 años después de la muerte de Freddie Mercury, alma y voz del grupo musical británico Queen, que causó furor en los años ochenta, se estrena este biopic. Hay que agradecer a productores y guionistas que la historia arranque en 1970 (se deja a un lado los años en que, siendo un niño con una magnífica voz, comenzó a despuntar al piano), cuando un jovencísimo Freddie vivía con su familia en el suburbio londinense de Ealing y que finalice con el mítico concierto de1985 en el estadio de Wembley, en el que también actuaron los grupos más punteros del momento, además de Queen que volvió a reunirse tras los años en solitario que protagonizó el cantante. Se evita prolongar la historia hasta 1991, año de su fallemiento como consecuencia de una neumonía provocada por el SIDA.
Precisamente, el relato está planteado como un flash-back, que comienza cuando Freddie Mercury está a punto de salir al escenario del apoteósico concierto. A partir de ahí, se rememoran los episodios más significativos de su vida. Se evita caer en el anecdotismo típico de los esquemas del biopic. Bryan Singer lo consigue a medias. Su gran baza es el actor Rami Malek, popular por la serie televisiva Mr. Robot. Tenía un gran reto por delante. Conocemos la capacidad que poseía el cantante para modificar continuamente su look, sus formas extravagantes de vestir. Rami Malek va más allá de “recrear” a Mercury. Compone un personaje complejo y lleno de aristas. Tampoco resulta fácil realizar una reconstrucción artística de finales de los años setenta y ochenta.
El poderoso diseño de producción salva estos problemas. La música, las canciones de Queen o de Freddie Mercury en solitario, están muy dosificadas a lo largo de las más de dos horas de duración del film. Todo se guarda para la espectacular secuencia final, la citada actuación en el estadio de Wembley. Suenan sus más populares temas, sin cortes. Ahí se produce la apoteosis. Aparte de los efectos digitales que reproducen el recinto totalmente abarrotado, la presencia de los cuatro actores en el escenario –Joseph Mazzello, Ben Hardy, Gwilym Lee y Rami Malek- rezuma autenticidad. Sus fans, que han sido y son muchos, disfrutan con ese momento. El homenaje a Freddie