LAURA PÉREZ: ¡Volvemos al cine! El fin de semana pasado se dio el pistoletazo de salida a los estrenos de la “nueva normalidad” y ya han abierto sus puertas muchas salas de cine, especialmente en las grandes ciudades. Las distribuidoras han esperado pacientemente a poner en marcha la maquinaria y retomar algunas producciones que estaban en cartel a comienzos del mes de marzo, junto con los nuevos estrenos que estaban pendientes y que ahora se mezclan con las clásicas propuestas estivales. En el caso de Valencia, ya podemos asistir con todas las precauciones a los cines LYS, los ABC o Yelmo Cines. Lamentablemente, todavía tendremos que esperar un poco para poder disfrutar de nuestros queridos Cines Babel, de sus colas en la entrada y sus cineforums improvisados a la salida. Este extraño verano nos trae un interesante popurrí de géneros cinematográficos, pues hay que intentar condensar en apenas dos meses lo que se iba a estrenar también durante la primavera. Por ello, veremos en las grandes pantallas cine de autor, dramas sociales, thrillers nórdicos, cine de aventuras y animación para toda la familia y por supuesto, comedias españolas muy veraniegas. Además, con todo ello, algunas salas se animan a proyectar reposiciones de grandes títulos de la historia del cine, como es el caso de Cinema Paradiso (Giuseppe Tornatore, 1988), que se “estrenó” en salas el pasado viernes, Apocalypse Now (Francis Ford Coppola, 1979), que lo hará este fin de semana, o más adelante, Origen (Cristopher Nolan, 2010). Hay que reconocer que cuesta un poquito volver a la normalidad, y especialmente en verano los planes de playa o piscina son muy tentadores con la altas temperaturas, pero espero convenceros de
algún modo para que estas semanas, cuando apriete el calor, os paséis alguna tarde por los cines, que además hay aire acondicionado. Para estar fresquitos, comienzo mis recomendaciones con dos películas islandesas que se estrenan muy pronto. Por un lado, Oro Blanco, de Grímur Hákonarson, director de El valle de los Carneros (Espiga de oro en la Seminci de 2015). Oro blanco es una cinta de corte social que cuenta el periplo de una agricultora de mediana edad que se rebela contra la poderosa cooperativa local para denunciar sus maniobras de corrupción. Otra islandesa, también con premio bajo el brazo es Un blanco, blanco día, de Hlynur Palmason. Reciente ganadora del D’A de Barcelona, este thriller de autor nos muestra la bajada a los infiernos de un jefe de policía retirado, que sospecha que un hombre tuvo un romance con su esposa recientemente desaparecida en un accidente. Siguiendo con películas estrenadas en el D’A, Habitación 212, de Christophe Honoré, es una sugestiva propuesta del tipo comedia francesa de los desamores de clase alta, donde Clara Mastronianni (mejor actriz en Cannes 2019, en Un Certain Regard) recuerda todos los amantes de su vida en plena crisis matrimonial. Las comedias son para el verano, y este género es el plato estrella de las salas de cine que ahora se llenarán de familias y grupos de amigos con ganas de retomar su agenda cinéfila. Todo pasa en Tel Aviv es una de las producciones cuyo estreno se paralizó justo antes del confinamiento y que volverá a las salas para hacernos reír de una situación nada divertida. Esta comedia de Sameh Zoabi “burla” las fronteras entre Israel y Palestina de la mano de un joven aspirante a guionista llamado Salam, que desea un
puesto fijo en la telenovela de éxito y de paso, conquistar a su amada con la ayuda del comandante del puesto de control fronterizo. A finales de julio llegará el cine español. La cinta valenciana Amor en polvo (Suso Imbernón y Juanjo Moscardó Rius) cambia sus fechas de lanzamiento y será a finales de julio cuando podamos reírnos con esta comedia sobre el poliamor y las segundas oportunidades, que cuenta con un reparto encabezado por Enrique Arce y Macarena Gómez. Otra comedia “romántica” rodada en la capital del Turia es La boda de Rosa, de Icíar Bollaín; esta película protagonizada por Candela Peña es un alegato al amor propio y la posibilidad de cambiar nuestro destino que se supone nos viene ya escrito. La película iba a participar en el Festival de Málaga y tiene otra segunda oportunidad -qué bonita coincidencia- a finales de agosto, cuando inaugure el certamen de cine español que ha cambiado sus fechas para cerrar el verano. Eso sí, con permiso del Covid-19.