Cartelera Turia

EL ESPERADO REGRESO DE MARUJA TORRES CON MUCHAS GANAS DE VIVIR

PAU VERGARA: Vivir para contarlo, una frase que ha sido repetida mil veces, pero pocas tan acertadamente como en el caso de Maruja Torres. Con más de 80 años y una carrera que abarca el periodismo, la literatura y la irreverencia en dosis iguales, Torres regresa a las librerías con CUÁNTA MÁS GENTE SE MUERE, MÁS GANAS DE VIVIR TENGO, una obra que desborda ingenio, agudeza y, sobre todo, ganas de seguir desafiando al tiempo y a la vida misma. Este libro no es simplemente un diario ni un compendio de memorias, sino una reflexión sagaz y a menudo hilarante sobre lo que significa vivir cuando ya se ha vivido tanto. Y lo hace con una voz fresca, tan descarada como siempre, capaz de desentrañar el día a día con una mirada única que no teme a los temas más complejos ni a la autocrítica más feroz.

Torres, quien se forjó como una periodista en tiempos en los que el oficio era salvaje y valiente, ahora se detiene a reflexionar sobre su propia vida con el mismo desparpajo que usaba para hablar de guerras y conflictos internacionales. En su nuevo libro desmenuza las rutinas de su día a día y las convierte en pequeñas joyas de humor y reflexión. A través de anécdotas cotidianas, recuerdos y meditaciones, la autora nos lleva de vuelta a sus orígenes en el barrio chino de Barcelona y a sus años de juventud en una España que ya no existe, todo ello teñido de la nostalgia mordaz que solo ella puede destilar. Cada página se convierte en una oda a lo cotidiano, un recordatorio de que la vida, por muy mundana que parezca, está llena de pequeños momentos trascendentes, siempre y cuando se sepan mirar con el ojo adecuado.

Lo fascinante es su capacidad para arrancar sonrisas, incluso cuando el tema en cuestión es la muerte o el paso del tiempo. Maruja Torres nunca ha sido de las que se arredran ante lo inevitable, y en este libro nos lo deja claro desde el principio. La muerte no es su tema central, aunque inevitablemente aparezca, sino la vida: el modo en que uno la enfrenta, la disfruta, y también cómo se adapta a sus cambios más implacables. Con una pluma que mezcla la ternura con el sarcasmo, Torres se ríe de los achaques de la edad, de las modas que no entiende y de la tecnología que la abruma, pero también de sus propios miedos e inseguridades, mostrándonos una vulnerabilidad que no resta, sino que enriquece su relato.

Lo que distingue a esta obra es su enfoque. Mientras que otros escritores en sus memorias pueden caer en la melancolía o la nostalgia idealizada, Torres se niega a romantizar el pasado. Reconoce las dificultades que ha vivido, las personas que ha perdido y las batallas que ha librado, pero lo hace sin victimismo. Al contrario, cada revés es para ella un nuevo motivo para encontrar el lado cómico de las cosas. “Cuanta más gente se muere, más ganas tengo de vivir”, dice con desparpajo, encapsulando en una sola frase su enfoque ante la vida: resistir, rebelarse y, sobre todo, disfrutar.

Con esta obra, Maruja Torres se entrega también al Tiempo, pero no con resignación, sino con una aceptación lúcida. En lugar de pelear contra lo inevitable, decide convivir con ello y convertir cada día en una nueva oportunidad de descubrir lo profundo en lo aparentemente simple. “Este libro no va de la muerte, sino de la celebración de la vida”, asegura, y eso es lo que encontramos en sus páginas: una invitación a dejar de obsesionarse por el fin y centrarse en lo que todavía se puede vivir, aunque sea desde la calma de lo cotidiano.

“Ganas de vivir tengo” es también un ejemplo de cómo la experiencia acumulada y la madurez pueden dar lugar a un ejercicio narrativo libre de las ataduras del ego. Maruja Torres se ríe de todo y de todos, pero sobre todo de sí misma. Esa capacidad de autoparodia, de mirar sus propios errores y aciertos con la distancia que solo da el tiempo, hace que el libro sea ligero y, a la vez, profundamente humano. La autora nunca se toma demasiado en serio, incluso cuando habla de temas que podrían ser pesados en otras manos. Su estilo está tan pulido y libre de pretensiones que el lector no puede evitar sentir que está ante una conversación íntima, casi como si la autora estuviera sentada en el salón de su casa, compartiendo anécdotas entre risas y sorbos de café.

El regreso de Maruja Torres con “Ganas de vivir tengo” es una celebración en sí misma. Es una invitación a vivir con más intensidad, a encontrar humor en las pequeñas tragedias de la vida, y a abrazar el tiempo que queda, sin importar cuán largo o corto sea. A sus más de 80 años, Torres no ha perdido ni un ápice de su mordacidad ni de su deseo de contar historias. Y en este libro, nos demuestra que la vida, por muy complicada que sea, sigue mereciendo la pena contarse, con todas sus luces y sombras, pero siempre con una carcajada en los labios.

Para los lectores de toda la vida, este nuevo libro será un reencuentro con una voz familiar que sigue siendo tan fresca y relevante como siempre. Para los nuevos, “Ganas de vivir tengo” será una deliciosa primera toma de contacto con una mujer que ha vivido todo con intensidad y que ahora, con serenidad pero sin resignación, se ríe de la vida y sus giros inesperados.

 

EL ESPERADO REGRESO DE MARUJA TORRES CON MUCHAS GANAS DE VIVIR

(2) L´AVIA I EL FORASTER, de Sergi

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