JAVIER BERGANZA: Ana, gracias por tu tiempo y por concedernos esta entrevista. Presentas Bull run, un documental algo difícil de definir. Porque si decimos que es un documental sobre el fenómeno de las criptomonedas nos quedaríamos cortos. Es, más bien, una obra sobre el bloqueo creativo o emocional para con tu trabajo. Un documental sobre una relación de pareja, sobre las amistades… Incluso un documental sobre hacer un documental. Entonces, si no te importa, te voy a pedir que me ayudes a definirlo.
P: ¿Qué es “Bull run”?
A.R.R.: Sí es cierto que es difícil de clasificar. Podríamos decir que es un documental sobre una directora que se engancha al trading, y que realiza este proyecto para poder seguir tradeando y que la dejen en paz. Me gusta verlo como un retrato sobre las obsesiones, podrían ser criptomonedas, pero también cualquier otra cosa. Yo, más allá de lo superfluo de la compra-venta de criptomonedas, me empiezo a interesar por los orígenes del dinero, por cómo funciona el sistema financiero global, va más allá de una revolución tecnológica o del ansia sacar un rédito, y quería, en cierta parte, mostrar todo eso en el documental.
P: Además, es el primer documental tokenizado de la historia. ¿Cómo se te ocurre, cómo fue el proceso?
A.R.R.: Habitualmente, a la hora de hacer un documental, la parte de financiación es el escollo más grande. Por lo general es un proceso muy lento y muy tedioso. Cuando tuve la idea de hacer “Bull Run” quería que se rodase en bullrun precisamente, que es como la última fase de un ciclo alcista, cuando un activo crece de forma constante. Quería esa sensación de velocidad, de inmediatez. Sabiendo, también, que esto era algo finito y que no podía durar demasiado. Teníamos este componente de querer financiar muy rápido, así que hablé con Juanjo Moscardó, que es un absoluto creyente en las criptomonedas, y le presenté el proyecto. Nos pusimos en contacto con expertos y nos ayudaron a tokenizarlo, a dividir el proyecto en pequeños activos que tenían ciertos beneficios para los compradores, desde una parte del rédito que se saque por el proyecto, hasta tener un minutaje en el corte final del documental.
P: Estáis nominados a mejor documental y mejor canción en los Premis Berlanga. Además, en unos días os vais para Nueva York, por esa selección en el DOC NYC. ¿Cómo estás viviendo la recepción del documental?
A.R.R.: A mi con Bull Run me pasa algo raro. Al ser también la protagonista, los visionados son muy extraños. Lo paso mal en las proyecciones. Esto es algo de lo que empecé a ser consciente durante el montaje, pero hasta que una peli no la ve un espectador, no es peli. Entonces a partir de ahí, de estos primeros visionados, estoy empezando a ser consciente del retrato, de mi vida, de lo que cuento. Evidentemente estamos muy contentas por la recepción y por cómo está yendo el circuito de festivales, pero se me hace raro verme ahí, en la gran pantalla. Y ahora pensar que me van a ver en Nueva York es muy extraño. Me apetece muchísimo la experiencia de viajar hasta ahí y estoy super agradecida por la selección, pero como te digo, lo paso fatal en las proyecciones, yo preferiría entrar en la sala cuando se acaba el documental.
P.: Te quería preguntar por la distribución del documental, fuera del circuito de festivales. ¿Podremos verlo en salas, plataformas…?
A.R.R.: Sí, estaremos en salas primero, además en muchas ciudades de España y también por Andorra. La película la distribuye Carácter Films que es una distribuidora valenciana muy nueva y han apostado mucho por este proyecto. Esperemos que la recepción sea positiva. De ahí pues ojalá llegar también a plataformas. A fin de cuentas, que la película la vea el máximo número de personas posible.
P.: Y, ¿qué tal trabajar con la familia? En el proyecto están tus padres, tus amigos, tu pareja…
A.R.R.: Seguramente eso fue la parte más complicada. Desde luego tu familia es tu sitio seguro y hubo partes muy divertidas. Pero también es muy difícil gestionar el cómo se muestra una parte tan personal de tu vida. Es verdad que el hecho de ser un equipo reducido ayudó. Además, la mayoría era gente con la que ya había trabajado. Quería que el ambiente fuera lo más positivo posible. Porque al final, los entrevistados están viviendo algo a lo que están acostumbrados, son expertos en estos temas y, en cierto sentido, son más ajenos al proyecto. Llegan, hablan de lo que les preguntas y se van. Grabarte a ti, hablar sobre tu vida personal, sobre tu familia, es difícil de gestionar a nivel emocional. Por eso era importante que el equipo técnico fuese casi también familia.
P.: En Bull run rompes con el formato y grabas un videoclip con Lorey Money. ¿Cómo es que decidís contar con él?
A.R.R.: La idea del videoclip estaba desde el principio. De hecho, muchas veces me decían: “¿Pero tú quieres rodar un documental o solo el videoclip?” Estaba pensando en esa parte durante mucho tiempo. Tenía muy claro que quería a Javier Polo dirigiéndolo para así poder olvidarme de todo y dedicarme a ser trapera durante tres días. Nos fuimos a Benidorm y lo pasamos genial. Pasamos frio, porque era diciembre, pero fue una experiencia increíble. Se que es de estas cosas que, dentro de muchos años, le pondré a mis nietas para que vean cuanto flow tenía su abuela.
P.: ¿Qué le dirías a la Ana Ramón Rubio de 25 años, si te la encontrases?
A.R.R.: Que tranquila, que todo va a ir bien. Que las cosas se van a ir poniendo en su sitio. Y espero que la Ana de 45 años aparezca y me diga lo mismo a mí, que todo va a ir bien.
P.: Una película de la historia del cine que te hubiese gustado dirigir.
A.R.R.: Te diría Lost in Traslation, de Sofia Coppola.