PAU VERGARA: Con el calor típico del mes de agosto arrancaba la XXXIX Edición del Festival Sagunt a Escena. Mucha gente en el arranque. Los más sabios ataviados con abanicos, botellas de agua, incluso alguno se llevaba una almohada. Recuerdo cuando había que sentarse directamente en la piedra y se salía con el trasero petrificado. Ahora es todo mucho más cómodo y la organización perfecta. La noche arrancaba con un recuerdo al apreciado profesor y director, Vicente Martínez Luciano, responsable de ediciones pasadas y hombre de teatro. Unas palabras que resonaron por las paredes y fueron recibidas con un caluroso aplauso . Entre el público, el director del IVC, Abel Guarinós, la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Valencia, Maite Ibañez, el alcalde de Sagunto Darío Moreno y mucha gente de la cultura que no quisieron perderse este arranque.
La veterana compañía La Dependent, con Joanfra Rozalén al frente, ponía en escena la obra basada en la novela de Isabel-Clara Simó, Júlia. Sin duda, una labor titánica de adaptación. La novela abarca varias décadas desde que una joven obrera de una fábrica de textil en Alcoi se casa con un rico empresario, hasta que consigue tomar las riendas del negocio y la familia. La directora, Gemma Miralles consigue trasladarnos a ese Alcoi de la revolución industrial y a todos los conflictos clásicos de la época. El auge del movimiento obrero, las clases sociales, las huelgas, la represión y el papel de la mujer en la figura de la propia Júlia, su madre o la madre Lluís (el empresario textil que se enamora platónicamente de Júlia). La obra está salpicada de interesantes apuntes. Su simpleza en el decorado y la iluminación construyen un espacio escénico mucho más amplio en el que es fácil imaginarse el resto. Pero quizá, su máximo acierto, son unos actores en estado de gracia. Encabezados por la estupenda Gloria Román-una gran sorpresa personal-, que lleva el peso de la obra, seguido por el fantástico Vicent Domingo en el papel del empresario de enamoramientos platónicos y los acompañamientos de Pilar Martínez y Pepa Miralles, Marta Chiner, Joan Gadea, Manuel Climent, Manuel Maestro, Joan Manuel Gurillo. Todos están extraordinarios y da gusto verlos actuar en un valenciano precioso como el que se habla en Alcoi. Si alguna pega tuviera que ponerle es su excesiva duración. Seguro que tiene que ver con las dificultades para adaptar todos los detalles de la novela. En cualquier caso, un disfrute para un abrir fuego en este caluroso e intenso verano cultural. ¡Viva el teatro!
