WILL SÁEZ: Las comedias nacionales que, normalmente, llegan a las salas, suelen tener un perfil muy marcado: claramente influenciado por las series de televisión de consumo rápido y escasa originalidad. Incluso cuentan con las mismas estrellas para atraer al público y garantizar su éxito. Como se podía anticipar, Me he hecho viral es otra de tantas comedietas impersonales de la que, en unos meses, no recordaremos ni siquiera su existencia.

La película, nos presenta a una joven que, tras circular por las redes un delicado video suyo grabado en un avión, ve cómo su vida cambia por completo. Para colmo, se verá obligada a lidiar con un padre con el que no se lleva bien y un hermano con mucha cara dura.

Me he hecho viral podría haber sido una divertida sátira sobre lo importantes que se han convertido las redes sociales en nuestra sociedad, pero se limita únicamente a mostrar algunos personajes estereotipados y a esbozar con no demasiado acierto gags pretendidamente graciosos. Su principal problema es tratar por todos los medios de convertirse en una comedia romántica olvidándose por el camino de que tiene que hacer reír al público; y, lo más chocante, es que ni siquiera parece intentarlo. Su puesta en escena apesta a serie de televisión cancelada a los pocos capítulos. Una comedia tan perezosa como apática.