PAU VERGARA: El cine español encara 2025 con una programación que promete emociones fuertes y un despliegue de talento sin precedentes. Este año, la cartelera se nutre tanto de obras de grandes nombres consolidados como de las propuestas innovadoras de jóvenes cineastas que buscan cimentar su carrera tras impactantes debuts. Con una diversidad de géneros que abarca desde el drama histórico hasta la animación existencialista, pasando por thrillers atmosféricos y comedias nostálgicas, las películas españolas más esperadas de 2025 reflejan la vitalidad y el dinamismo de nuestra cinematografía.
Carla Simón regresa al primer plano con Romería, el cierre de una trilogía familiar que explora los años 80 desde la perspectiva de una joven que vive un intenso amor mientras el impacto del SIDA comienza a sacudir la sociedad. Tras el éxito de Alcarràs, que la situó como una de las voces más importantes del cine europeo, su nueva película podría consolidarla aún más, posiblemente con una presentación en Cannes. Alejandro Amenábar, por su parte, se aventura en el drama histórico con El cautivo, una ambiciosa coproducción hispano-italiana que relata la prisión de Miguel de Cervantes en Argel. Con un presupuesto de 15 millones de euros y un reparto liderado por Julio Peña, el film apunta a ser uno de los grandes eventos cinematográficos del año, con potencial para brillar en festivales internacionales como Venecia.
Alberto Rodríguez, el maestro del thriller, presenta Los Tigres, una historia sobre dos hermanos buzos que se enfrentan a un dilema ético tras encontrar un alijo de cocaína. Con Antonio de la Torre y Bárbara Lennie en los papeles principales, la película promete capturar la atmósfera asfixiante y la tensión narrativa que han hecho icónicas las obras del director. Mientras tanto, Julio Medem busca recuperar su lugar en la élite del cine español con 8, una historia de amor narrada en ocho planos secuencia que abarca décadas de historia española. Con Ana Rujas y Javier Rey al frente, el film es una apuesta por el lirismo y la experimentación formal que define al cineasta.
La nostalgia también juega un papel clave en 2025 con proyectos que apelan al recuerdo de épocas doradas. Aída y vuelta, dirigida por Paco León, trae de regreso a los entrañables personajes de la serie que marcó los años 2000. Carmen Machi retoma su icónico papel en esta película que promete ser una carta de amor a los seguidores de la serie original. Asimismo, Todos los lados de la cama revive la exitosa saga de comedias musicales con un enfoque fresco que incluye a Pilar Castro, Ernesto Alterio y un reparto coral de lujo.
En el terreno de la animación, Alberto Vázquez regresa con Decorado, una expansión de su premiado corto homónimo. En esta comedia existencialista, un ratón descubre que todo su mundo es un decorado, enfrentándose a la corporación A.C.M.E. La película promete ser una experiencia visual única, con el característico estilo irreverente y reflexivo de Vázquez.
El cine emergente también tiene su espacio destacado en 2025. Harta, de Júlia de Paz, adapta su aclamado corto de 2021 en una poderosa narrativa sobre una niña que pasa su cumpleaños con un padre condenado por violencia de género. Ana Asensio presenta La niña de la cabra, un coming-of-age ambientado en el Madrid de los años 80, mientras que Alberto Gastesi aborda la ciencia ficción con Singular, una exploración de los límites del duelo humano a través de la inteligencia artificial, protagonizada por Patricia López Arnaiz y Javier Rey.
La diversidad de propuestas se extiende con títulos como Subsuelo, un thriller familiar de Fernando Franco basado en la novela de Marcelo Luján, y La lucha, de José Ángel Alayón, que explora la relación entre un padre y su hija en el contexto de la lucha canaria. Por otro lado, Maspalomas, de los Moriarti, aborda con sensibilidad el tema de la homosexualidad en la vejez, mientras La gang, de las hermanas Rodríguez Colás, se adentra en el clasismo y el racismo en Barcelona a través de la experiencia de tres adolescentes.
Además de estas apuestas de autor y comerciales, el año también promete sorpresas en el ámbito de los festivales. Lois Patiño abrirá el circuito con Ariel, una obra inspirada en La tempestad de Shakespeare, mientras que Alberto Rodríguez podría aspirar a Cannes con Los Tigres. La animación y la ciencia ficción también tienen su lugar con proyectos como Decorado y Singular, que amplían los horizontes temáticos del cine español.
2025 se perfila como un año crucial con una oferta tan variada, que mezcla la fuerza de nombres consagrados con el ímpetu renovador de nuevos talentos, el cine español demuestra una vez más su capacidad para emocionar, innovar y conectar con públicos diversos. La cartelera no solo promete entretenimiento, sino también una reflexión profunda sobre nuestra historia, nuestras relaciones y los desafíos del presente. Un año para recordar y celebrar el poder del séptimo arte.