CARLOS PÉREZ DE ZIRIZA: Sensación muy agridulce. Inevitable. Y no es la primera vez, claro que no. Por un lado, ves un conciertazo en primera fila, sin apreturas, y con un sonido excelente. Por el otro, piensas que quizá para tan poco viaje (en taquilla) no era necesaria tanta alforja, y que el centenar escaso de personas que se daba cita en el Loco Club debería al menos haberse multiplicado por tres o por cuatro para empezar a hacer justicia a lo que se veía sobre el escenario. Calculando por lo bajo. Muy por lo bajo. Algo no cuadra. La desproporción entre lo que truena desde las tablas y la escuálida concurrencia es demasiado sangrante. Y eso que veníamos ya de un aplazamiento en noviembre. Sí, es lo que hay. Que sea previsible no lo hace menos incómodo. Quizá Germán Salto y Santi Campos, como decía el gran Brian Wilson en una de sus legendarias canciones, no fueron hechos para estos tiempos. Ni ellos ni muchos otros extraordinarios artesanos de la canción.
Igual les dio. Ambos se entregaron al máximo. En formato de trío o de sexteto. Parecían The Jam y The Band. Esa es la actitud. Ambos siguen, además, en línea ascendente. Sus últimos trabajos son, respectivamente, los mejores que han hecho nunca: el homónimo Germán Salto es uno de los mejores discos de 2022 en España, igual que La alegría, de Santi Campos, fue uno de los mejores de 2019. Pop clásico de muchísimos quilates, con textos clarividentes e incisivos, que no se recrean – ni mucho menos – en el esteticismo nostálgico. Campos defendió lo suyo en compañía de David Bueno al bajo y Guillem Jovaní a la batería, rescatando (entre otras cosas) una canción de sus Malconsejo, “Ríe mejor” (2000), cuando componía en Castellón. Estuvo exultante. Salto irrumpió con Pablo Solo al bajo, Willie Planas al teclado, Manu Garaizábal y Alberto Anaut a las guitarras e Iñigo Pilatti a la batería. Sin atajos. Sin rebajas. Se marcó una versión (entre otras muchas cosas) del “I Want You Bad” de NRBQ. Estuvieron brillantes en todo momento. Quizá hubo algo de desparrame en la recta final, pero a ver quién no se viene arriba con semejante repertorio y tal modo de defenderlo.