NO HA SIDO una semana normal en València. La DANA se ha cobrado al menos 51 vidas en la Comunidad Valenciana, dejando un paisaje desolado en varios municipios. Las inundaciones han destruido viviendas, infraestructuras y carreteras, mostrando una vulnerabilidad alarmante ante fenómenos climáticos extremos. Mientras los equipos de emergencia luchan por rescatar a los atrapados, la tragedia revela los efectos de políticas que han priorizado la expansión y el desarrollo a costa de un entorno natural ya exhausto. La costa valenciana, erosionada y expuesta, evidencia la falta de medidas de protección a largo plazo para un clima cada vez más hostil.
LA GENERALITAT Valenciana no activó la alerta ante la DANA hasta las 20:00 horas, cuando la tormenta ya se había desatado con toda su furia sobre la región. La tardanza en la reacción oficial dejó a muchas personas atrapadas sin tiempo para huir o prepararse, y expuso la falta de previsión ante un fenómeno que se venía anunciando desde hacía días. La tragedia de hoy es un recordatorio de las graves consecuencias que acarrea la falta de respuesta inmediata en momentos críticos y del precio que paga la población cuando las autoridades no actúan con la urgencia necesaria.
LA APUESTA de la Generalitat por políticas de fomento del coche, con una red urbana cada vez más congestionada y niveles de contaminación en aumento, parece ahora más insostenible que nunca. Los excesos de asfalto y la falta de medidas de protección ambiental han convertido el suelo valenciano en un terreno incapaz de absorber las lluvias extremas de la DANA. El impulso desmedido por expandir la infraestructura para el tráfico vehicular, sin planes de mitigación o sostenibilidad, contribuye al agotamiento de los ecosistemas y a la exposición de la región a desastres climáticos recurrentes.
VALENCIA enfrenta no solo los embates de la DANA, sino también la erosión constante de su costa, debilitada por décadas de desarrollo urbanístico sin límites. El reciente pacto entre PP y Vox para reducir las limitaciones de construcción cerca del mar es una herida más para un litoral que necesita protección, no más presión urbanística. La tragedia actual pone en evidencia que la desprotección de los recursos naturales, junto a la falta de políticas climáticas efectivas, convierte a la Comunidad Valenciana en un territorio vulnerable y expuesto a crisis climáticas cada vez más destructivas.
LA OTRA noticia de la semana ha dado de lleno en la izquierda.La imputación de Íñigo Errejón ha caído como un jarro de agua fría en el espectro de la izquierda española que veían en el político de Sumar una figura clave de renovación progresista. Las acusaciones, basadas en denuncias anónimas gestionadas por la periodista Cristina Fallarás, cercana a Podemos, han escalado rápidamente.
AL SALIR a la luz, varios testimonios se sumaron en redes sociales acusando a Errejón de presuntos abusos sexuales y relaciones de poder abusivas, en las que, según los relatos, ignoraba la ausencia de consentimiento de sus parejas o les imponía prácticas humillantes.
LA RECIENTE controversia en redes sociales sobre las acusaciones hacia Íñigo Errejón ha sacado a la luz una cuestión que va más allá del caso puntual: la dificultad para que muchas víctimas de delitos sexuales den el paso a denunciar formalmente ante las autoridades. Las redes sociales han servido de plataforma para expresar una serie de acusaciones anónimas que describen presuntas conductas abusivas y humillantes del político. Sin embargo, tanto jueces como fiscales insisten en la necesidad de llevar estos testimonios a los canales oficiales, los juzgados y las comisarías, ya que son los únicos lugares donde pueden adquirir peso judicial.
ESTE aluvión de declaraciones anónimas ha abierto un intenso debate interno sobre los límites de las denuncias en redes, especialmente en un entorno político que siempre ha defendido la necesidad de dar voz a las víctimas. Sin embargo, algunas voces cuestionan el procedimiento y se preguntan si se trata de una estrategia mediática sin fundamento legal.
LA VICEPRESIDENTA Yolanda Díaz ha pedido públicamente a las mujeres afectadas que formalicen sus acusaciones, intentando generar confianza en un sistema de justicia que, sin embargo, sigue siendo percibido por muchas como un proceso frío, difícil o incluso revictimizante.
LA ACTRIZ Elisa Mouliaá, de momento la única en presentar denuncia policial en este caso, ha señalado el reto de enfrentarse al proceso en solitario, mientras otros testimonios siguen surgiendo a través de periodistas como Cristina Fallarás, pero sin trasladarse al ámbito judicial.
EL APOYO de la periodista afín a Podemos en la difusión de los testimonios ha generado suspicacias en torno a las motivaciones de la campaña en redes, en un momento en el que Podemos busca reposicionarse y ganar relevancia frente a la creciente influencia de Sumar en el espacio de la izquierda. Y la coincidencia con la publicación de un libro de denuncias anónimas han llevado a algunos a hablar de “Feminismo cash”.
ESTA situación no solo deja en el aire el futuro de Errejón, sino que también obliga a Sumar a navegar con precaución, especialmente en un momento donde la unidad de la izquierda se hace cada vez más necesaria ante los retos políticos y electorales del país. Lo que comenzó como una serie de denuncias en redes amenaza con convertirse en un campo de batalla para la legitimidad y el liderazgo dentro del espacio progresista.
DESDE CARTELERA TURIA queremos mostrar la solidaridad con todos los afectados por las inundaciones extremas de estos días. Desde Turia hemos hecho un número con muchas dificultades por la falta de conexión a internet y las complicaciones de logística de distribución a kioskos y librerías. Ha sido imposible recoger la programación de los cines valencianos. Pedimos disculpas.