Cartelera Turia

GUILLERMO BARREIRA: “QUERÍA QUE EL ESPECTADOR SE SINTIERA INMERSO EN LA HISTORIA A TRAVÉS DE LA SUBJETIVIDAD DEL PERSONAJE”

GUILLERMO BARREIRA: “QUERÍA QUE EL ESPECTADOR SE SINTIERA INMERSO EN LA HISTORIA A TRAVÉS DE LA SUBJETIVIDAD DEL PERSONAJE”

Guillermo Barreira, director de cine, nos comparte los secretos detrás de su nueva película «Tu Sangre», que se estrenará el próximo 31 de octubre en las salas de cine, incluyendo varias en Canarias. Con un enfoque en el misterio y la complejidad de las relaciones familiares, Barreira nos invita a adentrarnos en una atmósfera inquietante que combina el terror con la exploración emocional.

“Tu Sangre” ¿Cómo empieza y nace esta aventura llamada “Tu Sangre”?

Me sucedió una de esas cosas que a veces pasan. Un amigo leyó mi guion y creyó que valía la pena recomendarlo, se lo llevó a un amigo suyo director, que de igual manera se lo enseñó a los productores de la productora que acabaron tomando conmigo el proyecto.

¿Qué querías contar con esta historia?

Quería sumergirme en la atmósfera de un colegio internado que además estuviera en medio de la nada, rural y en otoño. Además, visto a través de los ojos de una niña, con su curiosidad, sentido de la inocencia innatos, intuición y una mirada especial y apta para una historia de terror y misterio donde las sombras y los largos pasillos escondiesen secretos de verdad, y también horrores.

¿Cómo fue todo el proceso de crear, de escribir y dar forma a esta historia que aparte de dirigir también has escrito?

Creo que no empecé a escribir bien hasta que asimilé todos los libros y manuales de teoría y mandamientos de guion que me leí; no fue hasta que vivían en mi como una especie de memoria muscular y no como una invocación rígida que impedía la espontaneidad y la libertad, que pude escribir libremente. Lo bello de escribir es saber de lo que quieres escribir y zambullirte, sentirte y ser los personajes, al tiempo de saber que el inconsciente te va a colocar en el carril cuando te salgas de él. Después llega la reescritura, donde ya tienes que corregir lo que has escrito de forma racional. Dicen que escribir es reescribir, pero creo que el momento previo a la reescritura deja una marca creativa necesaria. Una amiga decía que en los momentos que no escribía, sus personajes la acompañaban en el desayuno, por la calle, tenían vida propia.

¿Esto hace que luego el rodaje sea más fácil, ya que al escribir la historia sabes bien lo que quieres contar y cómo?

Me parece curiosísimo cuando hay cosas muy importantes en el proceso de dirección de actores que al mismo tiempo son pilares del trabajo de guion. Claro, son claves del personaje, pero fíjate ese crossover inesperado entre el guionista y el director. Es interesante cuando son la misma persona. Luego aparte, a los guionistas la industria nos señala severamente con el dedo y nos dice que no “dirijamos en la página”, que el guion sea casi un “reporte judicial”. La venganza está en que como director puedes y debes hacer un dosier tan detallado sobre la película, que afecta a todos los departamentos, y que sin duda son “dirigir en la página”. Ese dosier es para todo el equipo.

¿Cómo recuerdas el rodaje?

Lo más presente en la memoria es el hecho de haber vivido un mes entero en el mismo internado donde grabamos, aislados de todo y con muy poca civilización. Vivíamos en la misma atmósfera de la película, encima en esa época del año. Muy pocos directores tienen el privilegio de sumergirse hasta el punto de vivir en el universo de la película. ¡Y más aún que lo haga también el equipo técnico y artístico! Eso sin duda ayudó mucho creativamente.

¿Qué crees que fue lo más complicado y por otro lado lo más fácil?

Todo el equipo se conocía ya pero yo no. Lo único que no era familiar a mí, que ya tengo muchas horas de rodaje, era llegar a un lenguaje común con compañeros nuevos, más aún cuando mi carrera cinematográfica no la he desarrollado en España. Lo más fácil es lo que he dicho, que es una profesión muy difícil y que requiere muchos años de experiencia y de ensayo y error, cosa que yo ya tengo.

¿Te ayuda tu faceta como docente?

No, porque no he sido docente de dirección de actores todavía. Me ayudó mucho lo que aprendí de un antiguo profesor, Sal Interlandi y los ejercicios que hacíamos en el colectivo de directores de cine The Sandbox, de Nueva York, donde practicábamos de forma horizontal la dirección de actores.

 

 

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