Cartelera Turia

:ORTIFUS INAUGURA MAR-ÍNTIM” EN EL EDIFICIO DEL RELOJ DEL PUERTO: “El anonimato censor a través de las redes sociales es inadmisible

JOSÉ MANUEL RAMBLA: Pocos conocen quién es Antonio Ortiz Fuster, pero muy pocos valencianos ignoran quien es Ortifus. Desde hace décadas sus viñetas lanzan una mirada tierna y crítica a la realidad desde las páginas del diario Levante-EMV y no pocas veces desde la portada de la Cartelera Turia. Ahora la Autoridad Portuaria de Valencia se prepara para inaugurar en el Edificio del Reloj (jueves 20 de diciembre) una gran retrospectiva de su obra, agrupada bajo un nombre inevitablemente marinero: Mar-íntim.

¿Cómo surge la idea de poner en marcha este “Mar-íntim”?

La propuesta me la hizo la Autoridad Portuaria de Valencia dentro de las iniciativas que están llevando a cabo para promocionar el Edificio del Reloj. Conocían mi trabajo y me plantearon la posibilidad de hacer una gran antología de mi trabajo. A mí me gustó la idea y me pusieron una comisaria para hacer la selección, porque piensa que cada año yo publico más de un millar de dibujos, así que estamos hablando de más de 33.000 dibujos realizados y a mí me resultaba difícil tener que elegir.

¿Cómo habéis estructurado la exposición?

La muestra está organizada en varias secciones. Se abre con una pequeña aproximación biográfica, porque antes de entrar en el periódico en el año 1981, yo había trabajado en el textil, había diseñado joyas, en fin, había hecho muchas cosas. La exposición, como no podía ser de otra forma, continuará con una sección dedicada a mis trabajos relacionados con el puerto. Hay también otra sección que agrupa mis dibujos sobre tradiciones, como la Semana Santa Marinera. Después hay otras en las que se recogen mis trabajos sobre temas como las cuestiones sociales o la cultura. Y también se han incluido mis trabajos en fallas, donde se han rescatado algunas piezas del Museo Fallero y también los modelos en pequeño que yo he ido preparando de las distintas fallas que he diseñado. Además, también habrá un espacio donde los niños podrán dibujar y pintar.

Como toda retrospectiva la exposición recoge sobre todo tus trabajos antiguos, pero ¿hay previsto incluir algunas nuevas producciones?

La mayoría son trabajos antiguos, sobre todo dibujos que he ido publicando durante todos estos años en el diario Levante-EMV y en la Cartelera Turia, aunque también he hecho trabajos para otros medios como La Vanguardia. Para la exposición solo he diseñado un par de cosas: la banderola que anuncia la muestra y un noray −esa pieza tan que se amarran los barcos− con los característicos ojos de mis dibujos, que estará instalado a la entrada. También se incluye un panel que me encargó la Autoridad Portuaria en el que se recogen todos los diferentes oficios que están relacionados con la actividad el puerto.

En total, ¿cuántas obras tuyas se podrán ver en esta exposición?

Pues en total estamos hablando de unas 300 viñetas. Además, la muestra incluye seis fallas pequeñas, dos figuras de premios, dos maquetas de falla y otros dos grupos de ninots. También estará en la sala la figura de un caballo y una representación de más de 20 publicaciones, así como el audiovisual que se preparó para la campaña Valencia-neta. Supongo que el mar estará muy presente en esta muestra.

¿Qué representa para Ortifus ese mar?

A mí me gusta mucho el mar. De hecho todos los días veo el mar desde mi ventana de mi casa porque vivo en los Poblados Marítimo. Y claro que te inspira, tanto es así que muchas veces cuando he tenido que preparar algún trabajo, como por ejemplo las agendas que he diseñado para la Universitat de València y la Politécnica, me he ido a un espigón para poder inspirarme y escribir. Porque la gente piensa que yo solo dibujo, pero lo cierto es que antes de ponerme a dibujar necesito sentarme a ha llevado en muchas ocasiones a sentarme en un espigón aquí cerca, en Port Saplaya, donde me he pasado muchas horas escribiendo.

Sin embargo, pese al puerto y barrios tan emblemáticos como la Malvarrosa o el Cabanyal, València parece que sigue resistiéndose y continúa viviendo de espaldas al mar, ¿no crees?

Sí. Es cierto que en los últimos años el puerto se ha desarrollado mucho. No solo por la actividad portuaria y los miles de contenedores que mueve cada año. También se ha vivido un crecimiento turístico desde la Copa del América. Pero precisamente ese mismo fenómeno también provocó que los precios en estos barrios se dispararan e hizo difícil que la gente se acercara hasta ellos para vivir. Así que sigue siendo una asignatura pendiente y con esta exposición queremos que los valencianos se acerquen a conocerlo más, especialmente un edificio como El Reloj que después de la rehabilitación ha quedado fantástico. Por desgracia, en los últimos tiempos el Mediterráneo, además de ser un espacio cultural y económico, también se ha convertido en sinónimo de muerte. Lamentablemente, con todo el problema de la inmigración y las pateras, sí. Son asuntos que también aparecen reflejados en la exposición, dentro de esa sección que te comentaba sobre cuestiones sociales. Allí también estará reflejada esa realidad con algún dibujo, como por el ejemplo el que realicé sobre la llegada de los refugiados del barco Aquarius al puerto de Valencia. Cambiando de mares, últimamente los mares del humor, incluido el gráfico, parece que están bastante agitados.

¿Cómo ves desde tu perspectiva la situación?

La verdad es que la cosa está cada vez más difícil. Lo comentaba hace poco en una charla sobre el tema a la que me invitaron. Por un lado hay cuestiones como la Ley Mordaza. Pero luego también estamos viendo un anonimato censor que se está disparando a través de las redes sociales. Además hay toda una serie de temas que hemos ido normalizando durante mucho tiempo como la mujer o el LGTB, pero que ahora no se pueden tocar. Antes había humor verde, humor negro y no pasaba nada. Ahora haces humor verde y se te echan encima. O tratas temas como la tauromaquia y lo mismo. Hay muchos colectivos muy sensibilizados a los que las redes sociales les han dado una herramienta. Con esas actitudes se le está quitando la gracia al humor.

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