EDGAR B. DE MURCIA: Agentes de S.H.I.E.L.D. fue, a finales de 2013, la primera serie de acción real producida por Marvel desde que Walt Disney la comprara en 2009. Según su creador, el también director Joss Whedon, la idea era que sirviera como “pasatiempo”
entre los estrenos de las películas que forman parte del U.C.M (Universo Cinematográfico Marvel). Así pues, se pusieron manos a la obra y crearon esta serie, que cuenta las peripecias del agente Coulson (Clark Glegg) tras los acontecimientos ocurridos en Los Vengadores (2012). Desde entonces, las películas y la serie han contado historias paralelas que se suelen entrelazar a menudo. La estrategia de incluir la serie en el mismo mundo ficticio que las cintas estrenadas en pantalla grande, dio tan buenos resultados, que pronto hubo más que se subieron al carro (Daredevil, Agente Carter, Jessica Jones, etc.) siguiendo los pasos de estos agentes de la C.I.A. superheroica. Agente Carter, fue el primer síntoma de desgaste de la franquicia marveliana ya que es la única producción de los estudios, por el momento, que fue cancelada tras aguantar dos temporadas en antena. Las peripecias de Coulson y su gente andan ya por su cuarto año, y en esta ocasión, han apostado por introducir un nuevo personaje que vuelve con fuerza a la televisión después de sufrir sendos fracasos en el cine; el Motorista fantasma, que busca su redención con el rostro de Gabriel Luna tras los dos destrozos protagonizados por Nicolas Cage. Aunque Agentes de S.H.I.E.L.D. empieza a tener tufillo a “lo mismo de siempre”, sigue introduciendo nuevos elementos que la hacen aguantar en parrilla; sólo el tiempo y la audiencia decidirán si aún tiene vida por delante o estará llegando a su fin una idea que ya da señales de agotamiento.