WILL SAEZ: Eso de hablar sobre series extranjeras nunca está de más, y es que hay demasiadas joyas por ahí a las que echarle un vistazo y muy poquito tiempo para hacerlo. Sin embargo, siempre es un placer observar cómo una plataforma de nuestro país urde nuevas creaciones con las que competir de tú a tú con las producciones propias de otros territorios.Llevamos un tiempo avisando desde estas páginas de que Movistar + está sabiendo acertar con casi todos sus proyectos nacionales de ficción; brindándonos series para todos los gustos, con los que satisfacer a los clientes que fielmente se dejan sus cuartos en busca de entretenimiento televisivo de nivel. Ahora, podrán decir orgullosos que lo están logrando más que nunca.En España, como en tantos otros países, da la sensación de que nos encontramos viendo las mismas comedias una y otra vez, salvo honrosas excepciones. Y es que, quizá, el cine sea una industria que demande obras de probada eficacia frente al feroz respetable, pero la libertad creativa que está otorgando Movistar + a ciertos autores para sus series es para quitarse el sombrero. Uno de los que ha tenido la oportunidad de colaborar con ellos y no la ha desperdiciado ha sido Berto Romero; quien, con cada temporada de su creación, parece haberse quedado más y más a gusto con lo que quería expresar. Y no es para menos. Para todos aquellos que aún no la conozcan, el cómico catalán ideó una serie de televisión llamada Mira lo que has hecho. Años después de estrenar su paternidad, Berto planeó una obra a través de la cual contar cómo había cambiado su vida desde que nació su primero hijo. En clave de humor, asistimos desde el parto del primogénito al desafío que supone para una pareja
criar un retoño, y cómo ambos lo compaginan con sus muy diferentes ocupaciones y sus problemas con amigos y familiares.La serie acaba de llegar a su fin, con el estreno de su tercera y última temporada en la plataforma de vídeo bajo demanda. Y que nadie se alarme por dedicarle demasiado tiempo, pues sus seis capítulos por temporada con una duración cada uno de poco más de veinte minutos ayudan a que el maratón sea rápido y, sobre todo, muy satisfactorio. Berto Romero ha puesto cuerpo y alma en una producción de ritmo un tanto irregular, que mejora a medida que avanza. Siempre es complicado encontrarle el tono a una serie, y el comediante lo ha conseguido con el tiempo, logrando un show muy personal, del que seguro que está orgulloso. Ha sabido rodearse de un muy eficaz reparto de secundarios, dándole a una obra que, supuestamente, trataría sobre una pareja y sus hijos, un cariz coral realmente encomiable. Si bien el balance entre trama principal y episódicas está logrado a medias, dejando en muchas ocasiones más de un cabo suelto, se le perdona al tratarse de una serie de fácil visionado, que esconde ciertas perlas que conviene apreciar, y divertidos cameos medidos al milímetro. Berto Romero no es Louis C.K., ni Ricky Gervais, ni muchísimo menos el siempre excelente Larry David; pero, haciendo uso de algunos de sus bien sabidos esquemas, le ha sabido sacar partido a un formato inteligente y hacerlo suyo. Eso tiene el mérito suficiente como para que cualquier aficionado a la comedia le dé una oportunidad a su serie. Probablemente, no se arrepentirá.