ANDREA GABRIELLI: Que la ciudad de València se está transformando en un crisol de culturas de lo más variopinto, está frente a los ojos de todos. Poco a poco estamos integrando ciudadanos de tantos países diferentes, cada uno con su cultura y, por ende, con su propia gastronomía. Es algo que poco a poco está llevando la ciudad a estar al nivel de las grandes capitales europeas, donde, además de ser ya dignas representantes de su propio país y cultura, se pueden recorrer y visitar encontrando tiendas y restaurantes de todo el mundo. Hoy también València se puede considerar una ciudad cosmopolita. Un ejemplo representativo, sería el enorme crecimiento ciudadanos italianos (entre los cuales me encuentro ya desde hace casi 25 años), y que a día de hoy cuenta, solo en la provincia de València, con 18.743 empadronados, lo cual se refleja en cientos de restaurantes del mismo país. Esto ya no suena a “exótico”, porqué es parte integrante de nuestro día a día, como lo son otros restaurantes de estilo estadounidense, como hamburgueserías de todo tipo, pollo frito o steak house.
Hace no mucho os comentaba como la restauración oriental había variado su oferta, pasando de una tipología más bien genérica (los “restaurantes asiáticos” donde había un popurrí de cocinas de diversas naciones en el mismo menú) hacia algo más específico: restaurantes japoneses y chinos con platos de regiones concretas o la nouvelle vogue de los coreanos. Pero ya Asia no es solo sinónimo de estas cocinas: podemos encontrar restaurantes hindúes (la presencia de ciudadanos de India, Pakistán y Bangla Desh es bastante importante), como el Indian Star (C/de la Safor, 12) o Taj Mahal (C/Manuel Candela, 20), entre otros muchos. Se pueden degustar los platos típicos preparados de manera bastante auténtica, como el famoso pollo tandoori o tikka masala, todo acompañado por el típico pan chapati. Sabores y aromas muy especiados (el curry casi siempre muy presente) y que podemos encontrar también en
Kathmandú (C/Salamanca, 18), restaurante de cocina fusión hindú-nepalí, una interesante variante en su mejor versión. Otra gastronomía que está normalizando su presencia es la tailandesa: Thai Mongkut (C/de la corona, 8 y C/Sevilla, 27), Thailicious (C/Almirante Cadarso 6), e incluso franquicias como Lemongrass o Little Thai, son ejemplos de los muchos restaurantes de esta zona del sureste asiático que podemos encontrar en València y que nos permiten disfrutar de esta riquísima y especiadísima cocina. También podemos disfrutar de comida filipina en Punk-o Punk-o (C/Sueca, 30),o de un mongolian BBQ, el Reino Asador, en Aldaia, además de muchos restaurantes árabes.
Si nos alejamos de Asia y viajamos a Sudamérica, la cocina que más se está expandiendo en València es sin duda la peruana en su variante nikkei, fusión nippo-peruana nacida gracias a la inmigración masiva de japoneses a Perú a partir de finales del siglo XIX. Hoy es reconocida como una de las mejores cocinas del mundo (Lima es una de las ciudades con más estrellas Michelin del planeta) y aquí hay varios restaurantes muy interesantes: por ejemplo Manaw Nikkei Bar (C/Adreçadors, 10), Quina (C/Antoni Suárez, 29) y Lima Restaurante (Pl. Mercè, 6), entre otros, donde disfrutar de exquisitas especialidades, como el ceviche, que probablemente tiene su origen en la mismísima civilización Inca y que ahora ha desarrollado múltiples variantes en todos los países de centro y sudamérica. Es una cocina que puede alcanzar niveles muy sofisticados y elegantes y en la que merece la pena profundizar. Sin alejarnos demasiado, encontramos muchos asadores brasileños y restaurantes colombianos cuya máxima expresión quizás sea Taberna Paraiso Travel (C/ de la Carda, 6) del grande cocinero Junior Franco.
Otras gastronomías cuanto menos curiosas, vista la poca familiaridad que tenemos con ellas, son la uzbeka, representada por el Restaurante Uzbeko (Pasaje Ventura Feliu, 11), halal 100%, o la caucásica, con el georgiano Batumi (C/Polo y Peyrolón, 57) o el armenio-georgiano Tigran (Alameda, 54).
Podríamos continuar con muchas más cocinas, desde el continente africano a oriente medio, hasta la misma vieja Europa (¿a qué no conocéis la cocina rumana o la griega?) pero el espacio a disposición se me ha acabado. Lo que tenéis que hacer es estimular vuestra curiosidad y explorar países y continentes desconocidos a través de su gastronomía. Sin duda, una manera diferente y más barata de viajar y disfrutar.