NEL DIAGO: Han pasado más de treinta años desde que esta historia (un singular road movie australiano de 1994) fuera llevada a la pantalla. Durante este tiempo la película se ha convertido en objeto de culto por parte de la comunidad gay, lo mismo que las canciones que acompañaban el film o, posteriormente (2006), su reconversión en espectáculo teatral musical. Ahora, por fin, nos ha llegado su versión española, con los mismos elementos que en el original, es decir, con las coreografías de Ross Coleman & Andrew Hallsworth, los arreglos musicales de Stephen ‘Spud’ Murphy & Charlie Hull, la dirección de Simon Philips y la escenografía (el maravilloso autobús) de Brian Thomson. Cambia, eso sí la lengua, el elenco (más de veinte cantantes y bailarines) y algún otro detalle de a puesta en escena, donde el variado y costoso vestuario, el maquillaje, las pelucas, el atrezzo son parte ineludible del atractivo. Un montaje extenso (en dos partes, con descanso) y bien articulado que, a no dudarlo, responde a las expectativas despertadas. Eso sí, se me ocurre que el verdadero espectáculo debe estar de puertas adentro, al otro lado del escenario, en el frenesí de los cambios de trajes y aditamentos con un ritmo casi sin pausas (sería gracioso contemplarlo).
CRÍTICA DE “PRISCILLA, REINA DEL DESIERTO”, de Stephan Elliot y Allan Scott.- Teatro Olympia. Drag Queens
