Cartelera Turia

CRÓNICA DANSA VALÈNCIA 2025, 38 EDICIÓ, 5-13 ABRIL.En penumbra, atisbamos el gesto

INMA GARÍN: Esta edición del Festival Dansa València 2025 Somni insinuat ha contribuido a reforzar un festival que es un referente internacional. Espectáculos diversos, junto a propuestas y opciones estéticas que cubren un amplio espectro, han nutrido la imaginación de programadores, creadores y espectadores.

Javier J. Hendrosa con Lo memorable nos llevó al pasado cuando los sótanos del Rialto eran un Cabaret y disfrutábamos de la música y el color con la alegría de finales de ochenta. La propuesta de este año consiste en dar el protagonismo al espectador para que bucee en su memoria. Se trata de generar memoria compartida de experiencias escénicas, desde la niñez hasta el futuro por venir.

María del Mar Suárez, La Chachi, con Las Alegrías nos hizo participar de una merienda (tortilla de patatas) junto a su colega Lola Dolores. Se trata de una parte de la investigación sobre los palos flamencos llevada a cabo con mucho humor y técnica, pues ambas poseen una presencia escénica singular que conecta con el espectador y lo convierte en su cómplice.

Vortex fue el bombazo con Humanhood. Estreno de lujo en el Principal. Hechizada la platea con su movimiento coreográfico, el colorido y la música hipnotizante. Me cautivó este trabajo tan riguroso y preciso. Hermoso, visual, con un lenguaje exquisito, cuyo ritmo no cesó gracias a ala sincronización perfecta del espacio sonoro con el movimiento de los bailarines. Una experiencia sublime.

La coreógrafa Asun Noales, directora de Otra Danza, presentó un estreno: Prometeo en la Martí i Soler del Palau de les Arts, una propuesta arriesgada, dramatizada junto al escenógrafo Luis Crespo, quien diseñó una sublime morada de dioses. “La producción de Les Arts en coproducción con OtraDanza, el Institut Valencià de Cultura-Festival Dansa Valencia, el Auditorio de Tenerife y el Centro Danza Matadero es una instalación escultórica con barro, plástico, vapor, humo, luz, polvo y metal sólido que bebe de Esquilo, la mitología nórdica, la Biblia y el Frankenstein de Mary Shelley”.

Me conmovió la primera escena en la que Prometeo hace al ser humano. En cambio, el momento del robo del fuego con los tubos led me pareció fallido.  Otros momentos de violencia me impactaron, me sorprendieron o me emocionaron, pero me falto un hilo conductor que enlazase los segmentos. Un trabajo de cuerpo fantástico, aunque la comunicación del mito y la unidad de propósito de fuentes tan diversas se desvanecieron en un espacio que representando la morada de los dioses tampoco se jugó con atrevimiento.

Alberto Cortés con Analphabet en el Rialto prometía más de lo que entregó. Tal vez el libro con los textos permitan una visión más objetiva del trabajo de Cortés, que entusiasmó a parte del público. Parte de una experiencia traumática de violencia intrasexual, y cuenta con un enorme artista, atrevido, osado, pero le falta progresión a la historia y alguna sorpresa tras la media parte en la que dos ayudantes desnudos despejan el escenario.

Por su parte, Remachine, de Jefta Dinther, nos pilló ya demasiado cansados para apreciar un excelente trabajo que se debería haber programado por la tarde. Una música zen, en un espacio mecanizado, donde la luz abraza a la máquina y donde el cuerpo se acopla para crear una obra de arte total contemporánea, magnífica, especial que llega hondo, como una meditación zen con cinco bailarines que giran ritualizados.

Poliana Lima presentó The common ground en La Mutant. Se trata de la segunda parte de la trilogía sobre la identidad. Asentada sobre lo fantástico y lo horrendo, lo distorsionado y espantoso, remite a lo desagradable con un potente vestuario (de Carlos Carvento) muy excéntrico que conjuga a la perfección con el gesto y los movimientos de los seis intérpretes, solo dos de ellos españoles, con trayectorias culturales y artísticas diversas. Un cruce de caminos migratorios de infinitas posibilidades, solos o en pareja, las coreografías nos hablan de individuos, identidades e inserción. Enhorabuena Dansa València 2025 por conectarnos con el cuerpo y su lenguaje una vez más.

CRÓNICA DANSA VALÈNCIA 2025, 38 EDICIÓ, 5-13 ABRIL.En penumbra, atisbamos el gesto

PARCS ELÒLICS A LA COMARCA DE LA

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