Cartelera Turia

ENTREVISTA A ARANTXA ECHEVARRÍA, DIRECTORA DE “LA INFILTRADA”: “PARA MÍ HA SIDO UN REENCUENTRO CON MI PASADO Y CON MI PROPIA HISTORIA”  

LAURA PÉREZ GÓMEZ: Entrevistamos a la directora Arantxa Echevarría tras el estreno en cines de La infiltrada, su última película en la que se adentra en la lucha contra el terrorismo de ETA en los años noventa. Trabaja de nuevo junto a Carolina Yuste, y reconoce haber filmado un thriller de personajes, con pocas persecuciones pero con el cual puede llamar la atención de las nuevas generaciones y que éstas conozcan lo que fueron aquellos duros años de lucha armada en el País Vasco

¿Cómo llega a tus manos esta propuesta fílmica tan suculenta pero a la vez tan delicada de contar? ¿Qué es lo que te motivó a aceptar el proyecto?

 La historia me llega a través de la productora María Luisa Gutiérrez, de Mercedes Gamero y Pablo Nogeroles. Mª Luisa había conocido a unos policías que le contaron la historia de la infiltrada. Esta es una historia que ella peleó mucho porque le parecía interesantísimo estar ocho años infiltrada y que nadie lo hubiera sabido; fue una de las personas de más largo recorrido dentro de la organización de ETA. Obviamente, cuando me hicieron este pitch, vi que era un caramelo, que cualquier director querría contarlo. Fue maravilloso porque me dejaron escribir el guion junto a Amèlia Mora, y en el casting desde el principio pensé en Carolina Yuste, que es una actriz impresionante. Esta fue un poco la génesis .

 ¿Cómo abordaste el proceso de documentación, teniendo en cuenta que la infiltrada “real” -Aranzazu Berradre- está fuera de España y no se sabe nada de ella?

Desde la productora habían contactado con Pablo Muñoz, que es un periodista de Interior, el típico que se va a una comisaría y todo el mundo le conoce, y que lleva mucho tiempo implicado con las fuerzas de seguridad del Estado y tiene su confianza. Pablo estuvo durante 2 años recabando información, entrevistándose con los principales policías del operativo que siguieron a Arantxa, y con el  propio “”inhumando”, el comisario que la infiltró. Obviamente no hemos podido tener contacto con Arantxa, sigue en paradero desconocido. Carolina y yo teníamos muchas ganas de hablar con ella para poder comprender un poco las motivaciones, que a veces se nos escapaban, pero sí sabemos que llegó a su  poder el guion, lo pudo leer y dio una callada por respuesta, cosa que entendemos y respetamos. Yo solo espero que la hay podido ver en cines y le haya gustado.

 La película trata de un suceso que forma parte de la historia reciente de nuestro país ¿Cuál es el mensaje que quisieras transmitir a los espectadores?

 El mensaje que queríamos transmitir es que no hay blancos ni negros; que la historia de un conflicto como este, está lleno de grises, de matices. Queríamos entender un poco por qué surgió todo este conflicto, entender que había, por ejemplo, etarras militares, como, Sergio Polo, que para nosotros era alguien armado con muy poca empatía, pero también los había con más empatía, como Kepa Etxbearria, que se pudo ver, en un periodo histórico muy complejo, que estaba abocado a una lucha que el creía que era válida. El mensaje era conocer más estos entresijos de la historia pero teníamos la sensación de olvido. La lucha armada terminó hace muy poco y haya una generación joven que la desconoce y no la ha vivido en primera persona. Nosotros recordamos en aquellos años encender la tele y encontrarte un nuevo atentado, y creíamos que hay que recordar para no repetir enormes. Una de las partes más interesantes es que soy vasca y yo también viví esa edad de plomo, esos atentados, ese silencio y esa oscuridad en la sociedad vasca. Para mí ha sido un reencuentro con mi pasado y con mi propia historia.

 Aunque se viste de thriller de acción, creo que en el fondo es una película de personajes que habla de la identidad, de la violencia y del poder. ¿Qué hay de sello personal en La infiltrada?

 Yo creo que estoy yo entera. Es un thriller donde todo lo que ocurre fuera está con un eco interior dentro del personaje que es el que más te produce tensión y te lleva a ese viaje de la desesperación, de que si te pillan acabas con un tiro en la nuca. Sé que parece un thriller de acción pero en realidad hay pocos tiros, ni persecuciones. Es para mí más thriller noir de estilo de las de los años 70 y 80 que tanto me gustaban cuando era pequeña. Como La Conversación de Coppola es una película que me ponía una y otra vez porque el importante es quien escucha, el que mira, el que sufre la tensión; es un thriller íntimo y de personajes, y como siempre, en mi cine me interesa la búsqueda de la identidad. Carolina siempre se pregunta cómo sería la segunda parte, la de ella volviendo a casa tras ocho años, preguntándonse quién es.

 Has trabajado en varias películas con Carolina Yuste, que ya ha demostrado con creces ser una de las mejores actrices de su generación. ¿Cómo trabajasteis juntas su personaje, una mujer muy valiente pero lleno de dudas y contradicciones?

 Con Carolina llevo un camino vital. Nos conocemos cada vez mejor y también para mí fue importante que fuera ella la protagonista para ponerme siempre en duda, porque Carol me increpa, me pregunta, me sitúa en un lugar incómodo donde trabajo muy bien. No es una heroína, es una mujer llena de dudas, contradicciones, y trabajar con ella produce que resolvamos esas dudas, o si no las conseguimos resolver, pues las buscamos juntas. El trabajo en el set con Carol, tras los ensayos y la conversaciones sobre el personaje, ya se hace muy dinámico porque nos conocemos muy bien. A mí me encanta la improvisación y crear momentos dentro del rodaje que no salen en guion y a ella también. Creo que Carolina tiene algo muy especial, es un ser muy intuitivo e inteligente.

 En su momento fue extraño que La infiltrada no participara en el festival de San Sebastián; sin embargo, ahora estáis nominadas al Forqué? ¿Cómo afrontas esta nominación? ¿Podría ser la antesala del Goya?

 Las selecciones en festivales son algo muy arbitrario a veces y hay poco espacio para muchas películas buenas. Estas cosas hay que llevarlas de manera sosegada. Es imposible que no te emociones con una nominación y que no sueñes con ganar, porque todos lo hacemos. Los Forqué son los premios de los productores, que saben mucho de esto, y los Goya luego son del resto de técnicos de la industria, no sé si es una antesala. Solo sé que con cualquier nominación estaríamos agradecidos. A mí la que más ilusión me hace es la de los actores, porque yo creo que esto es un trabajo en equipo y que si un actor está bien es porque hemos creado un buen ambiente de rodaje y porque hemos trabajado bien el personaje.

 

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