Cartelera Turia

SEMANA SANTA 2025: ENTRE PROCESIONES, MEMES Y MILAGROS PASADOS POR AGUA

REMIGIO PALMERO: Esta semana, el mundo occidental vuelve a honrar la vida y obra de un carpintero palestino con superpoderes que murió traicionado por los suyos, resucitó al tercer día y cuya historia es tan bíblica como la de Jon Snow. Jesús de Nazaret, el Mesías más influyente del hemisferio norte (con permiso de Lamine Yamal), vuelve a ser el protagonista absoluto de calles, altares, stories de Instagram y memes pasados por agua.

Mientras tanto, las tradiciones florecen. En Alemania celebran la Pascua escondiendo huevos como si fueran facturas del partido bávaro, y recogiendo agua de arroyos que, probablemente, estén contaminados por su propia eficiencia industrial. Los protestantes, fieles a su espíritu de austeridad emocional, celebran la Semana Santa sintiendo culpa por estar felices. En Rusia, Putin ha reinventado el Vía Crucis para hacerlo más patriótico: menos Simón de Cirene y más helicópteros sobre Moscú. En Corea del Norte no se celebra la Semana Santa porque allí lo único que resucita es la propaganda.

Pero amigos, donde se juega la Champions League de la Semana Santa es en los países católicos, con especial mención a España. Aquí tenemos pasos, vírgenes, saetas, cornetas, devoción, llanto, incienso y gente vestida con capirotes que parecen sacados de una peli del Ku Klux Klan pero sin el supremacismo blanco y con más cera caliente.

Gin-tonics por la salvación

Como manda la tradición, el Jueves Santo el país honra el sacrificio de Cristo saliendo de after. Se celebra que Jesús murió por nuestros pecados con una ronda de gin-tonics, dos chupitos, y una declaración de amor a las 4:15 de la madrugada por WhatsApp. Porque si Él dio la vida por nosotros, qué menos que dar nosotros el hígado por Él.

Claro que este año, la Semana Santa vuelve a estar pasada por agua. El mal tiempo ha decidido que lo de lavar los pecados se lo toma en serio, y ha empapado calles, pasos y hasta la túnica del Nazareno.

Chubasqueros, IA y desastres urbanos

Las redes han hecho lo suyo: montajes de la Virgen bajo paraguas, IA que recrea procesiones tan perturbadoras que parecen diseñadas por Goya después de tres noches sin dormir.En Twitter (ahora X, porque Elon lo vale) se ha reactivado la guerra santa entre las dos Españas: ¿Semana Santa sevillana o castellana?. ¿Mejor el fervor andaluz, o el drama silencioso de Zamora y Valladolid? Básicamente: ¿trompetas, incienso y alegría, o monjes, silencio y frío en los pies? Una guerra estética que ni Quevedo contra Góngora. Spoiler: todas son válidas si llueve. Igual por ahí se cuela la Semana Santa Marinera de València.

Este año el verdadero milagro es que haya gente que se ha quedado en casa, en bata y con Netflix y Filmin, sin necesidad de penitencias ni confesionarios. Ellos también han celebrado a su manera: viendo procesiones por streaming, resucitando el espíritu de la pereza y comiendo torrijas hasta que el azúcar les saque una aparición mariana.

Entre pasos cancelados, túnicas empapadas y memes elevados al nivel de arte sacro, la Semana Santa 2025 ha confirmado que Dios aprieta pero también moja, que el humor sigue siendo el mejor cirineo para cargar con la cruz del calendario laboral.

Al fin y al cabo, como decía mi abuela: “La fe mueve montañas, pero si llueve, cancela procesiones”.

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